jueves, 20 de mayo de 2010

Fruición

Ilustración de Francisco Pimiango
(Del lat. fruitĭo, -ōnis).

1. f. Goce muy vivo en el bien que alguien posee.
2. f. Complacencia, goce., placer intenso; El malvado tiene fruición en ver llorar, Te amé con fruición.

Real Academia Española

4 comentarios:

Unknown dijo...

Estimados:
no quiero llevarlos al debate en cada palabra que Celeste agrega en el blog, pero tampoco puedo dejar de ser sincero.
Entiendan que no hablo por mí: mi voz aquí representa a un grupo de personas, mis vecinos del barrio, que en su mayoría son medios atorrantes, vagos, sabelotodos, opinólogos, medios mujeriegos; de aquellos que no opinan sino que “dictan sentencia”; pero muy buena gente.
Y aquí, a la palabra "FRUICION" la vinculamos casi exclusivamente al placer gastronómico. Nada de otros placeres se vinculan en estas manzanas del barrio a fruición. En concreto: fruición se vincula al gusto, a las papilas gustativas, al olfato y la vista puesta sobre el morfi, y el directo placer que eso provoca.
Ejemplos: uno viaja de Salta a buenos Aires. Baja en Retiro después de 18 horas porque tomó el ómnibus que para en cada uno de los pueblos del camino (el "lechero" como se lo llamaba antes), y entonces baja del colectivo y va directo al primer cafetín de piso sucio y mesas idem, con el mozo de chaqueta que alguna vez fue blanca, y pide un café con leche con medialunas. Afuera 7 grados de temperatura. Bueno. Ahí te tomás el café con leche y te morfás las medialunas con fruición.
En particular, en mi barrio se vincula esta palabra a aquellas comidas acompañadas con vino tinto. Nosotros solo tomamos vino tinto con la comida. Entonces uno siente ese placer gastronómico que se traduce en la palabra "fruición" cuando casi famélico se sienta un día terrible de invierno ante una polenta con mucho queso, salsa y salchichas. Si tiene además chorizo colorado, hay un plus de "fruición". Lo mismo el locro. El guiso de lentejas. Eso si: siempre detrás del plato, el vaso de vino tinto.
A mi me causa particular fruición en invierno, los fideos moñito, con mucho queso y crema o manteca con el vino tinto abundante. Esto no siempre: dependerá del contexto. No es lo mismo ese menú en un entorno de un bello paisaje serrano, o en un bodegón infame de esos que cautivan, que comerlo en un restaurante lleno de oficinistas y empleados públicos que comen con la misma cara con la que viajan en subte.
Este último punto (el de los fideos moñito) no es aprobado por todos en mi barrio. Carlos Dellareta (ya lo he nombrado cuando relaté el tema de los silbadores de mi barrio comentando la palabra "Hado", el tipo que por silbarle “desde el alma” a su amada la perdió en manos del Contador Umpierrez), siempre que sale el tema “fruición” me cuestiona. “Che, Funes, ma qué fruición te va a producir un plato de fideos moñito. Por favor!!! No desgastes las palabras ni las uses de balde…. Quedarás como un ignorante”. Bueno. Esa es su opinión.
Funes

vicky dijo...

huyy!!que sublime su sugnificado, ¡cuanto sentimiento tiene esta palabra!!!

vicky dijo...

la verdad Funes!! yo a los fideos moñitos con manteca y queso, siiii que me los como con fruición! De Enero a Enero, en verano, invierno, otoño o primavera.Pero no limitemos la sigificancia de esta palabra a "placeres gatronómicoss" dejemosla libre al sentido q cada quién le da a "placer" si lo tuyo pasa por el estómago!! Buenísimo!!! que más sublime que decir -cómo con Fruición!!-Pero me parece una palabra tan simplemente cargada de TODO, todo el placer que uno pueda cargarle a ella, ya sea por la satisfacción de comer algo deseado o por estar dos minutos con la persona amada...aúun así es el placer de sentirse satisfecho!
A y mandales saluditos a los silbadores de barrios, esos de andar frescos, son los mejores.

Unknown dijo...

Vicky: disculpame pero en mi barrio no es lo mismo “morfar con fruición”, que por ejemplo, que vos estés con el tipo que te gusta y te está mintiendo amor eterno, y vos lo escuches “con fruición” al chamuyero. Te cuento más: estuve conversando el tema con mis amigos. Bueno, la cuestión es que aquí en el barrio son sabios los tipos. El viejo Acevedo (lo he nombrado mucho, el dueño de la librería de libros viejos “Papeles de Oriente”) me comentó, en defensa de la idea de que “fruición” se debe usar solo para el placer de comer, que Amaro Villanueva, el autor del libro “Lunfardópolis”, publicado por la Academia Porteña de Lunfardo de la cual fue Miembro de Número, escribió el verso que sigue dedicado al Barrio de La Boca:

Porqué La Boca?... Manyá(*):
Le enseñó a parlar al tango
A embocar gol al tamango
Y, al misho (**), a lastrar fainá
Pizza y tinto, con un mango

El tipo este, según Acevedo, escribió el verso en cuestión para terminar con las discusiones. Dicen que don Amaro (ya fallecido, el libro fue publicado en 1982, como obra póstuma) dijo: “termínenla con este tema. No es lo mismo decir ‘comí con fruición’ a decir ‘vi la cinta El Santo de la Espada con fruición’. Dejen de embromar de una vez¨”. El tipo con el verso transcripto quiso demostrar que: qué mas fruición puede producir que una grande de muzarella y anchoas, con una botella de Viejo Viñedo en el bodegón mas infame que exista en la Boca.
Umpierrez me ha dicho “dejá que esas farfalas (***) (por vos y por Celeste) usen la palabra como quieran. Con las mujeres es imposible discutir”
(*)Manyar: saber, conocer, comprender (también como sinónimo de comer)
(**)Misho: pobretón, indigente
(***)Farfalas: minas, mujeres, muchachas, no necesariamente de vida fácil.
Funes

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