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Ilustración de Silvia Lugl |
Curiosamente esta palabra no se encuentra recopilada en el DRAE ( Diccionario de la Real Academia Española ). Y digo curiosamente porque es una palabra de remoto origen indoeuropeo y conservada hasta nuestros días en varias culturas y religiones.
Dentro de los conceptos utilizados en esoterismo y algunas religiones, se denomina "devacán" a la morada de los devas.
Los devas son deidades benévolas de las religiones hindú y budista. Posteriormente fueron asimilados también a las creencias esotéricas occidentales.
Deva proviene de la palabra proto-indoeuropea (PIE) deiwos, un adjetivo que significaba ‘celestial’ o ‘brillante’, el cual es un derivado vrddhi de la raíz diw, que significa ‘brillar’ (especialmente el cielo iluminado por el día). El femenino en sánscrito es devī, que significa ‘diosa’.Deva es palabra también céltica y significa divina: DEVA es la diosa de los ríos celtas, a los que en muchas ocasiones y lugares se le daba este nombre.
Existe un término protoindoeuropeo relacionado pero distinto:
Dieus —que proviene de la misma raíz
diú ([cielo] brillante)— que sería el dios principal del panteón indoeuropeo. En la India se convirtió en el sánscrito
Dyaus Pitar (padre de los dioses), en Grecia sería
Zeus Pater y en Roma
Iu-Piter (Júpiter). Otros términos cognados de
deva serían el latín deus, el francés
dieu y el español dios, deidad y divino.No obstante, no sería, de acuerdo a algunas interpretaciones, totalmente correcto la traducción de la palabra deva como Dios o dios ( dios falso ) a excepción de que se hable del Deva más alto, ya que, como vimos,
Deva es literalmente "el Brillante"; la traducción más apropiada para casi la mayoría de los casos sería
"Ángel", Y, para quien desee explayarse sobre el tema, existe un gran paralelismo entre los devas hindúes y los ángeles del cristianismo.
En el idioma hindi moderno, a los
devás se los conoce como
devatás. Según su jerarquía, a los Devas y Devatas se les llama los "miembros" del Brahman, o los "atributos" o "poderes" del îtman —de la misma manera que los Ángeles cristianos, en sus jerarquías y órdenes, son los ministros, poderes, y mensajeros de Dios.
Para los budistas, los devas son seres que habitan diferentes cielos donde gozan de los placeres en recompensa a sus buenas acciones anteriores, ya que aún no han superado los niveles kármicos y están sujetos a nuevos renacimientos y como su benéfica luz derramaba la vida, le calificaban de bueno, por oposición a las tinieblas que son malas.
Para el esoterismo, los devas serían igualmente seres superiores o etéricos de varios tipos, también llamados “espíritus de la tierra”, ya que habitan y gobiernan los objetos naturales (como árboles, ríos, montañas, plantas o minerales) y apoyan a la evolución del planeta.
A los devas se les relaciona con seres de otras culturas, así los persas les llamaban dev, los judíos elohim, los antiguos egipcios afries y los africanos orishás