A la distancia de un silencio cabe toda una vida. ¿Como son los vuestros?. ¿Un baúl, un arcón, o un hatillo ligero para salir corriendo...? Los míos son pequeños cajones de archivador. Con un pomo metálico y frío, sin etiquetas... ¿Donde lleváis los silencios? ¿Atados al cuerpo para que no se vuelen?, ¿o los lanzáis al firmamento?, para después, arrepentidos, salir corriendo e intentar recuperarlos antes de que la brisa se los lleve para siempre.
Ahora toca cerrar uno de mis pequeños cajones de pomo frío. Sentir en los dedos la áspera madera y su crujir por la falta de uso. Había perdido la costumbre, no la de guardar silencios, pero si la de cerrar pequeños cajones. Este se me queda más adentro que los demás, casi desencajado, profundo. ¿O será que ya no me acuerdo?, no lo se, por más que miro, los demás están borrosos, apenas existen. A este tengo la tentación de ponerle una pequeña etiqueta, este es diferente a los demás.
Hay más de un silencio que nos separa hoy, yo si que no supe nunca despedirme de ti.
"...con esas palabras
que no se saben pronunciar.
Extrañado de amor,
nunca puedo alejarme de todo lo que eres.
En un hueco de torpe inexistencia,
me voy de mí
camino a la nada"
Luis García Montero
que no se saben pronunciar.
Extrañado de amor,
nunca puedo alejarme de todo lo que eres.
En un hueco de torpe inexistencia,
me voy de mí
camino a la nada"
Luis García Montero
Allá lejos en el tiempo este texto extraído de un hermoso sitio llamado Cualquier lugar fuera del mundo me animó a hacer este ensayo de video experimental en forma muy precaria, con mi voz y unas líneas a mano alzada. Sin embargo mi alma lo atravesó y entonces decidí guardarlo en otro cajoncito. Hoy lo abro para que eche a volar.
4 comentarios:
Qué hermoso....
Cuánta poesía puestas en imágenes que se trasnforman por las palabras que se escuchan...
Bueno... en fin... estoy muy emocionado...
Funes
Estimado Funes,
lo llamé en puntillas, porque así, de alguna manera, esta entrada quería pasar desapercibida por su alto grado de intimidad. Su pestaña quedó casi dedibujada en un fondo violento, y pensé que sólo alguien perspicaz o muy observador la descubriría. Y no me equivoqué.
Celebro le haya tocado fugazmente el corazón.
Un saludo
Hay un poema de una tía mía que ya falleció, que vivió una soledad muy particular. Dice
"Voy a guardar esta soledad pasada
en el cajón del cofre sin recuerdos....
pero... y esta soledad que tengo ahora?
y la que se, me invadirá mañana?
Entrarán en un sitio tan pequeño?
No. Ninguna de las tres aceptará el olvido.
Funes
La de hoy, mañana y ayer
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