lunes, 31 de mayo de 2010

Núbil

Ilustración de Cassandra Barney
(Del lat. nubĭlis).

1. adj. Dicho de una persona y más propiamente de una mujer: Que está en edad de contraer matrimonio.

Real Academia Española


Y más precisamente se refiere a la edad ( núbil como sustantivo ) y a la condición, ( núbil como adjetivo) en la que se alcanza la madurez sexual y se pueden concebir hijos.

domingo, 30 de mayo de 2010

Hurí

Ilustración de Milo Manara

(Del fr. houri, este del persa ḥuri, y este del ár. clás. ḥūr [al‘ayn], las que tienen hermosos ojos por el contraste en ellos del blanco y negro).


1. f. Cada una de las mujeres bellísimas creadas, según los musulmanes, para compañeras de los bienaventurados en el paraíso.

Real Academia Española


El elemento árabe fue, después del latino, el más importante del vocabulario español hasta el siglo XVI. En la actualidad, nuestro idioma posee alrededor de cuatro mil vocablos de origen árabe. Lo más interesante es que estas palabras se corresponden con cuatro mil objetos o conceptos que trajeron consigo los árabes y que fueron adoptados en su momento. Todas ellas son, además, ejemplos del arribo de toda una cultura.
He aquí una palabra inspiradora, para la imaginación, para soñar y para el relato fantástico.
Los dejo con un fragmento de un artículo que encontré, navegando por webislam y que me pareció una inspiración de esta palabra tan ligada al paraíso.
"
¿Qué es el paraíso? Nosotros no sabemos, apenas intuimos, y tomamos muy en serio los Signos coránicos. Estamos hechizados: el paraíso es una forma circular, son jardines concéntricos envueltos por un muro. Si soñamos penetrar en ese círculo sentimos brotar la sobrenaturaleza, que está más allá de nuestra percepción, pero es naturaleza. El Corán contiene largas descripciones del Jardín eterno: "extenso como el cielo y la tierra", "con valles regados por manantiales" donde "crecen árboles sin espinas que dispensan una sombra generosa", y cuyas "frutas cuelgan hasta la tierra". Un Jardín donde los "bienaventurados ataviados de ricas vestiduras reposan sobre lechos bordados de oro". Es un Jardín de abundantes fuentes, atravesado por manantiales que rocían su agua, junto con la leche, la miel, y el vino "que no emborracha", pero embriaga. Unas fuentes son especiadas de alcanfor o de jengibre, y su agua, mezclada con el vino, es servida a los creyentes por "adolescentes eternamente jóvenes" y donde los creyentes tendrán por compañeras a "huríes vírgenes", "de piel blanquísima y grandes ojos", bellezas paradisíacas "de redondos senos", "comparables a perlas cuidadosamente resguardadas".
La sobrenaturaleza no es anti-naturaleza sino su máxima expresión, su Signo más logrado. No es una madre ni es una madrastra: son frutos al alcance de la mano. Penetrar esa sobrenaturaleza es vestirse de luz para los ritos ancestrales. La unión se anuncia como un latir solemne, acompasado. El paraíso es un jardín por el que cruzan ríos, un jardín ensimismado en su propia belleza. Nuestro propio cuerpo son canales, cauces donde transcurre el tiempo. Las huríes están cerca, al alcance de la mano. Dulzura de pechos como peras, redondos pero no abundantes: pechos de hurí, no pechos de matrona. Enaltecida creación, fluir sin otro objetivo que el logro de su esplendor. Donación sin espejo, metáfora sin márgenes ni orilla.
Fragmento de "Sobre el carácter sexual del paraíso" de Seyyed az-Zahirí

La primera vez que escuché esta palabra fue aprendiendo una rima de Bécquer.

Porque son, niña, tus ojos
verdes como el mar, te quejas;
verdes los tienen las náyades,
verdes los tuvo Minerva,
y verdes son las pupilas
de las huríes del Profeta.

El verde es gala y ornato
del bosque en la primavera;
entre sus siete colores brillante el Iris lo ostenta,
las esmeraldas son verdes;
verde el color del que espera,
y las ondas del océano y el laurel de los poetas.

RIMA XII de Gustavo Adolfo Becquer


sábado, 29 de mayo de 2010

Purrete

Ilustración de Daniela Cytryn

1.
m. coloq. Ur. Niño de corta edad.

Real Academia Española
Esta palabra suena arrabalera, por eso la ilustramos con una estrofa de un tango.
"He rodao como bolita de purrete arrabalero,
y estoy fulero y cachuzo por los golpes, ¡qué querés!
Cuántas veces con un cuatro a un envido dije "quiero"
y otra vez me fui a baraja teniendo las treinta y tres. "

Cuando me entres a fallar
(1940)
Letra: Celedonio Flores

viernes, 28 de mayo de 2010

Camelo


1. m. Noticia falsa.
2. m. Dicho o discurso intencionadamente desprovisto de sentido.
3. m. Simulación, fingimiento, apariencia engañosa.
4. m. coloq. galanteo.
5. m. coloq. Chasco, burla.

camelar
(De camelo).

1. tr. coloq. galantear (requebrar).
2. tr. coloq. Seducir, engañar adulando.
3. tr. coloq. Amar, querer, desear.
4. tr. Méx. Ver, mirar, acechar.

Real Academia Española

Han notado que esta palabra tiene dos significados bien diferentes ? en cuanto que tanto trata sobre un dicho, hecho o discurso engañoso como de un galanteo, pues nuestro diccionario deriva esta palabra de camelar, que significa querer, amar.

En el lenguaje del arrabal porteño era frecuente el uso de la palabra “camelo” como sinónimo de “engaño”, pero no nació en ese ambiente.
Se trata de un término castizo, que tiene su lejano origen en el sánscrito “kama”, introducido en España por los gitanos. Ciertamente, los gitamos por su condición de pueblo nómada, han tenido que ir adoptando préstamos léxicos de las lenguas de las diferentes regiones por las que han pasado en su peregrinar por el mundo; a su vez, las lenguas de las regiones por las que pasaban se enriquecieron con los términos gitanos. Tal es el caso de la palabra "camelo" que es de origen caló, aunque la DRAE no lo mencione.
Pero, ¿cómo se pasa de la acepción "engaño" "engañar" a "amar, querer" ?. Me permití transcribir un fragmento del estudio "Un aspecto de lexicología histórica marginado: los préstamos del caló", escrito por Miguel Ropero Núñez quien opina así:

Pienso que el valor semántico original de camelar no es engañar, sino "cortejar, enamorar, amar", significado que además, se conserva actualmente en las coplas andaluzas-gitanas. Con este significado no puede derivarse de camelo. Tiene que ser otra su etimología. Es mi opinión, camelar es una palabra de origen gitano, emparentada etimológica y semánticamente con el radical sánscrito "kam" que significa amor, deseo. De hecho, en todos los diccionarios gitanos que he tenido ocasión de consultar viene del verbo camelar con estas acepciones de querer, enamorar, amar. En los cancioneros andaluces gitanos camelar no está semánticamente relacionado con engaño sino con amor, deseo. Camelar se formaría, por tanto, a partir del radical indostánico Kam, amor-deseo, al que se le añade el sufijo caló "elar" característico de todos los verbos gitanos y cuya función es dar mayor energía a la acción expresada por el lexema verbal. Para el que conoce la idiosincracia del pueblo gitano y del pueblo español en general, no le resulta difícil comprender que se pasa fácilmente de "enamorar, cortejar a una muchacha" a "seducirla, engañarla". He ahí el desplazamiento semántico. Por esto camelar se emplea actualmente con el sentido de engañar, una vez que ha perdido la connotación de seducir. Selecciono algunas coplas en las que camelar aparece con las acepciones de 1. querer, 2. cortejar y 3. amar.

1. querer

De tu pelo rubio

camelo
un cabeyo
pa jaserme una caeniya

y echármela ´r cueyo.


2. cortejar, enamorar


Entre la juncia del río

yo vi que me divisaban

los ojos de tu marío

cuando tú me
camelabas.

3. amar


Como gayinita muerta

que ruea en los mulaares

te tienes que be, serrana,

sin que te camele naide.

jueves, 27 de mayo de 2010

Rebolludo

Pintura de Fernando Botero

1.
adj. Robusto, grueso y, por lo general, de baja estatura.
V. diamante rebolludo
1.- diamante en bruto de forma redondeada.

Real Academia Española
Vaya fonética curiosa la de esta palabra, cuyos posibles sinónimos serían rechoncho, zamborrotudo, repolludo, morrocotudo, entre otros. No encontré mejos artista que Fernando Botero para ilustrarla.

miércoles, 26 de mayo de 2010

Ledo / Leda

Ilustración de Anja Klauss
(Del lat. laetus).

1. adj. Alegre, contento, plácido. U. m. en leng. poét.

Real Academia Española

La niña de la lámpara azul

En el pasadizo nebuloso
cual mágico sueño de Estambul,
su perfil presenta destelloso
la niña de la lámpara azul.

Ágil y risueña se insinúa,
y su llama seductora brilla,
tiembla en su caballo la garúa
de la playa de la maravilla.

Con voz infantil y melodiosa
con fresco aroma de abedul,
habla de una vida milagrosa
la niña de la lámpara azul.

Con cálidos ojos de dulzura
y besos de amor matutino,
me ofrece la bella criatura
un mágico y celeste camino.

De encantación en un derroche,
hiende leda, vaporoso tul;
y me guía a través de la noche
la niña de la lámpara azul.

José María Eguren
Lima 1874 / 1942

martes, 25 de mayo de 2010

Zaherir

Ilustración de Kelly Vivanco

(Del ant. façerir, de faz y herir).

1. tr. Decir o hacer algo a alguien con lo que se sienta humillado o mortificado.

MORF. conjug. c. sentir.

Real Academia Española

Esta palabra proviene del término compuesto façerir, ‘herir la cara’. Metafóricamente se dice de las cosas no materiales que causan sentimiento y dolor interno, de manera que la palabra se usa actualmente para designar la "herida de palabra", es decir, como expresión hiriente. Un zaherío es la acción de zaherir.
Algunos sinónimos: chingar, afrentar, blasfemar.

lunes, 24 de mayo de 2010

Quiasmo

Ilustración de Francesca Quatraro

(Del gr. χιασμός, disposición cruzada, como la de la letra χ).


1. m. Ret. Figura de dicción que consiste en presentar en órdenes inversos los miembros de dos secuencias; p. ej., Cuando quiero llorar no lloro, y a veces lloro sin querer.

Real Academia Española

Esta es una palabra que proviene del griego "chiasmós", relativo a la letra "chi" o sea "X", lo que derivaría en 'disposición en forma de equis'. El quiasmo es una figura literaria de repetición, un recurso estilístico muy utilizado en la retórica, que consiste en la ordenación especular o invertida de los elementos que componen dos sintagmas confrontados. La inversión es de ciertos elementos de un texto, tanto palabras, como sintagmas o proposiciones. Dicho en forma más sencilla, en el quiasmo se repiten palabras y expresiones iguales en forma cruzada y manteniendo una simetría, a fin de que la disparidad de sentidos resulte a su vez significativa: «Ni son todos los que están, ni están todos los que son», «cuando intento odiar no odio, y a veces odio sin intentar» El empleo del quiasmo permite una notable actividad reflexiva, como método pedagógico de pensamiento abstracto y como elemento didáctico. El quiasmo facilita contemplar una misma situación desde una perspectiva dual completamente diferente. Por ejemplo, una cosa es hablar del «método del aprendizaje» y otra muy diferente, hacerlo del «aprendizaje del método». Igualmente media gran distancia entre «querer lo que se cree» y «creer lo que se quiere». Acaso por eso el quiasmo es una figura retórica preferida de infinidad de políticos, filósofos y novelistas. Asimismo, abunda el quiasmo en los chistes y el humor popular, así como en el refranero. Según el elemento lingüístico que intervenga, se distingue el pequeño quiasmo (palabras y sintagmas) del gran quiasmo (frases completas). 
Otra clasificación divide el quiasmo simple, que se da entre elementos con la misma función sintáctica, del quiasmo complejo, que, además, produce una inversión del sentido. Véase también retruécano
Ahora disfrutemos de algunos quiasmos

Tanto respeto, inclinaciones tantas mostraban copas y almas abatidas… Diego de Hojeda, La Cristiada. 
Ya sonoro clavel, ya coral sabio... Soneto a Lisi, F. de Quevedo. 
Que hable néctar y que ambrosía escriba… Soneto de Luis de Góngora. 
«...no preguntes lo que tu país puede hacer por ti, pregúntate lo que tú puedes hacer por tu país» John F. Kennedy, Discurso de posesión. 
Que nunca negociemos porque temamos. Pero que nunca temamos para negociar. John F. Kennedy. La humanidad debe poner un fin a la guerra o la guerra pondrá fin a la humanidad. John F. Kennedy. Asegurémonos de que la Suprema Corte de los Estados Unidos no escoja el siguiente presidente, y de que este presidente no escoja la siguiente Suprema Corte de los Estados Unidos. Albert Gore Jr. en la Convención Nacional del Partido Demócrata de 2004. 
Ser besado por un engañador es estúpido; Ser engañado por un beso es peor. Ambrose Redmoon. 
Los últimos serán los primeros y los primeros serán los últimos. Evangelio, Mateo 20,16


Fue sueño ayer, mañana será tierra.
¡Poco antes nada, y poco después humo!
¡Y destino ambiciones, y presumo
apenas punto al cerco que me cierra!

Breve combate de importuna guerra,
en mi defensa, soy peligro sumo,
y mientras con mis armas me consumo,
menos me hospeda el cuerpo que me entierra.

Ya no es ayer, mañana no ha llegado;
hoy pasa y es y fue, con movimiento
que a la muerte me lleva despeñado.

Azadas son la hora y el momento
que a jornal de mi pena y mi cuidado
cavan en mi vivir mi monumento.

Francisco de Quevedo

domingo, 23 de mayo de 2010

Eccehomo

Pintura de Quentin Massys (Lovaina, c. 1466 - 1530)

(Del lat. ecce, he aquí, y homo, el hombre).

1. m. Imagen de Jesucristo como lo presentó Pilatos al pueblo.
2. m. Persona lacerada, rota, de lastimoso aspecto.

Real Academia Española

Representación de Jesucristo coronado de espinas, azotado y maniatado. 
Persona herida, de aspecto lastimoso: llegó hecho un eccehomo.
Friedrich Nietzsche eligió este término para uno de sus libros: Ecce homo. Cómo se llega a ser lo que se es (1889 ).
Y así representó al eccehomo el artista Fernando Botero 500 años después.

Pintura de Fernando Botero ( Medellín, 1936 ).

sábado, 22 de mayo de 2010

Quídam

Ilustración de Carine B

(Del lat. quidam, uno, alguno).
1. m. coloq. Sujeto a quien se designa indeterminadamente.
2. m. coloq. Sujeto despreciable y de poco valer, cuyo nombre se ignora o se quiere omitir.

Real Academia Española


En latín existen muchos pronombres indefinidos, de los cuales la mayoría se componen del pronombre indefinido por excelencia quis, quae, quid, y de alguna partícula, que generalmente es de tipo indefinido. Vienen a significar cualquiera, alguno, uno, un tal alguien, etc. Un quidam es una persona indefinida, un ciudadano anónimo. Quidam es una palabra que reúne en sí tanto a un fulano, como a un transeúnte anónimo, a una figura solitaria detenida en una esquina, a una persona que pasa a toda prisa, a un ser perdido en la multitud. Y es en esta amplia acepción que me resulta una palabra muy poética, pues podría ser cada una de esas personas sin nombre que trabajan por la humanidad.

Pero alguien más dijo: cuando te sientes desolado y solo. Cuando sientes que no eres nadie en la vida. Que no le importas a nadie. Que nadie te echaría de menos. Todo eso y mucho más es definido por Quidam. Vinculado con el término quisque

viernes, 21 de mayo de 2010

Zagal

Ilustración de Amélie Thiébaud

zagal 1, la.
(Del ár. hisp. zaḡál[l], joven, valiente, o del ár. clás. zuḡlūl, muchacho).

1. m. y f. Pastor joven.
2. m. Muchacho que ha llegado a la adolescencia.
3. m. Mozo que ayudaba al mayoral en los carruajes de caballerías.
4. m. Esp. orient. niño.
5. f. Muchacha soltera.
6. f. León. niñera.

zagal 2.
(Del lat. sagum, sayo).

1. m. Refajo que usan las lugareñas.

Real Academia Española

Como todas las palabras de origen árabe, esta palabra tiene una preciosa sonoridad, es breve, concreta y de uso casi desaparecido.

jueves, 20 de mayo de 2010

Fruición

Ilustración de Francisco Pimiango
(Del lat. fruitĭo, -ōnis).

1. f. Goce muy vivo en el bien que alguien posee.
2. f. Complacencia, goce., placer intenso; El malvado tiene fruición en ver llorar, Te amé con fruición.

Real Academia Española

miércoles, 19 de mayo de 2010

Flavo

Ilustración de Michael Parkes
(Del lat. flavus).

1. adj. De color entre amarillo y rojo, como el de la miel o el del oro.

Real Academia Española


Lied III

En la costa brava
suena la campana,
llamando a los antiguos
bajales sumergidos.

Y como tamiz celeste
y el luminar de hielo,
pasan tristemente
los bajales muertos.

Carcomidos, flavos,
se acercan bajando...
y por las luces dejan
oscuras estelas.

Con su lenguaje incierto,
parece que sollozan,
a la voz de invierno,
preterida historia.

En la costa brava
suena la campana
y se vuelven las naves
al panteón de los mares

José María Eguren

martes, 18 de mayo de 2010

Lívido

Ilustración de Benjamín Lacombe
(Del lat. livĭdus).

1. adj. amoratado.
2. adj. Intensamente pálido.

Real Academia Española


Ahora, cómo ha pasado este término a significar de morado a pálido?. Recuerdo que la primera vez que busqué su significado en el diccionario quedé muy confundida. Para dar respuesta a estas mutaciones que sufre la lengua viva, encontré una explicación muy clara, cuya fuente queda citada al pie. Y es que la lengua no deja de sorprenderme.

El adjetivo lívido es una de esas palabras que han adquirido un significado muy diferente al original. Etimológicamente, procede del latín lividus ‘azulado negruzco, violáceo’; y con este significado lo incluyó la Academia en su Diccionario, en 1803. El sentido de ‘intensamente pálido’ apareció por primera vez en el diccionario académico en la edición de 1984.

¿Por qué “lívido” adquirió el significado de ‘intensamente pálido’?

Los primeros ejemplos recogidos por el CORDE de la Real Academia Española tienen el significado 'amoratado', porque pertenecen a textos médicos, y se debe a la Medicina la introducción del término, procedente del latín, para definir con precisión un color:

“Y por lo que mira al color, el lívido, o cárdeno, o aplomado, también se observa en los que tienen alguna entraña principal viciada, aunque no muy próximos a la muerte”. (Benito Jerónimo Feijoo, Cartas eruditas y curiosas, vol. 3 , 1750).
Aunque lívido también se tomó para definir colores en otros campos semánticos (p. ej.: el color que adquiere el cielo en algunos crepúsculos), la mayoría de las veces que aparecía era en situaciones relacionadas con la muerte, próxima o reciente (Las livideces cadavéricas son un fenómeno general que empiezan a formarse poco después de la muerte y aumentan paulatinamente de color y extensión).

Por otra parte, la muerte suele representarse por un descolorido esqueleto o calavera, y simbólicamente se la ha relacionado con lo pálido y blanco (la luna, la guadaña, la espada, las armas blancas en general). Son abundantes las referencias a “la pálida muerte". No fue difícil relacionar la palidez y el adjetivo lívido, cuando éste solía aparecer en el contexto de la muerte y ésta se representa pálida y descolorida. A la confusión contribuyó el que a menudo apareciese en textos donde coincidían referencias a lo morado y a lo pálido.

Al referirse ambos significados al color, es prácticamente imposible que puedan sobrevivir los dos en la lengua común, porque se producen ambigüedades semánticas que el contexto no puede resolver. Su empleo tiene que ir acompañado de una aclaración, porque un mismo autor, en la misma obra, puede emplearlo en las dos acepciones:
“muestra cierto color sanguinolento, tirando a lívido, que no falta sino raras veces en el reverso”; “perdiendo el color, se pone lívido o de una palidez cadavérica”. (Pío Font Quer, Plantas Medicinales. El Dioscórides Renovado, 1962).
El uso general, se ha decantado por el sentido de ‘intensamente pálido’, apoyado por la tendencia de nuestra lengua a asociar las palabras esdrújulas a los conceptos superlativos, y el original ‘amoratado’ ha quedado reducido a textos literarios o traducciones del inglés en el que livid conserva el significado original. Tal es la fuerza del uso general que el lenguaje científico de la medicina (a quien se debe la introducción del latinismo en las lenguas modernas) ha empezado a considerar inservible el adjetivo lívido, por su doble significado, y prefiere “livor mortis” a livideces cadavéricas, y “ciánico” a lívido.

Fuente: Lengua española y otras formas de decir

lunes, 17 de mayo de 2010

Arrebol

Ilustración The serpent / Gustav Klimt

(De arrebolar).

1. m. Color rojo de las nubes iluminadas por los rayos del Sol.
2. m. Este mismo color en otros objetos y especialmente en el rostro de la mujer.
3. m. colorete (‖ cosmético).
4. m. pl. arrebolada.

Real Academia Española

LA MISA DEL AMOR

Mañanita de San Juan, mañanita de primor,
cuando damas y galanes van a oír misa mayor.
Allá va la mi señora, entre todas la mejor;
viste saya sobre saya, mantellín de tornasol,
camisa con oro y perlas bordada en el cabezón.
En la su boca muy linda lleva un poco de dulzor;
en la su cara tan blanca, un poquito de arrebol,
y en los sus ojuelos garzos lleva un poco de alcohol;
así entraba por la iglesia relumbrando como el sol.
Las damas mueren de envidia, y los galanes de amor.
El que cantaba en el coro, en el credo se perdió;
el abad que dice misa, ha trocado la lición;
monacillos que le ayudan, no aciertan responder, non,
por decir amén, amén, decían amor, amor.

Romance anónimo

domingo, 16 de mayo de 2010

Siútico

Ilustración de Arturo Elena

1.
adj. coloq. Bol. y Chile. Dicho de una persona: Que presume de fina y elegante, o que procura imitar en sus costumbres o modales a las clases más elevadas de la sociedad.Real Academia Española

Esta palabra es una expresión de uso común en Chile. Uno de sus posibles orígenes puede ser el derivar de la palabra inglesa suit, traje. El contexto histórico a partir del cual surge la palabra es cuando surgen las riquezas mineras del norte, que trae a cierta clase media bien resistida por la elite. El punto es la intolerancia y la novedad que hay con los nuevos ricos, una forma de designar este nuevo orden social que tiene diferencias con la clase tradicional aristocrática chilena.Siútico designa este alguien de dinero y poco linaje que reniega de su grupo de origen y que hace todo tipo de esfuerzos con tal de pertenecer a la clase más alta y de esta forma lograr aceptación social. Como ya podrán ir viendo, si bien es una palabra chilena es perfectamente aplicable en nuestra sociedad, en tanto sociedad marcada por el qué dirán y las apariencias. Posibles sinónimos de esta palabra son arribista, medio pelo, snob, pero siútico me resulta una palabra más sonora, corta y contundente ."Hay palabras que son como balas. O como cuchillos" y ésta es una de ellas.

Fuente: Libro Siútico de Oscar Contardo

sábado, 15 de mayo de 2010

Acendrar

(De cendrar, del lat. cinerāre, hacer ceniza.)

1. tr. Depurar, purificar en la cendra los metales preciosos por la acción del fuego.
2. tr. Depurar, purificar, limpiar, dejar sin mancha ni defecto.

acendrado
(Del part. de acendrar).

1. adj. Dicho de una cualidad, de una conducta, etc.: Puras y sin mancha ni defecto.

Real Academia Española

viernes, 14 de mayo de 2010

Oprobio

Ilustración de James C. Christensen

1.
m. Ignominia, afrenta, deshonra.

Real Academia Española

EL ÁNGEL
Que el hombre no sea indigno del Ángel
cuya espada lo guarda
desde que lo engendró aquel Amor
que mueve el sol y las estrellas
hasta el Último Día en que retumbe
el trueno en la trompeta.
Que no lo arrastre a rojos lupanares
ni a los palacios que erigió la soberbia
ni a las tabernas insensatas.
Que no se rebaje a la súplica
ni al oprobio del llanto
ni a la fabulosa esperanza
ni a las pequeñas magias del miedo
ni al simulacro del histrión;
el Otro lo mira.
Que recuerde que nunca estará solo.
En el público día o en la sombra
el incesante espero lo atestigua;
que no macule su cristal una lágrima.

Señor, que al cabo de mis días en la Tierra
yo no deshonre al Ángel.
Jorge Luis Borges, 1981

jueves, 13 de mayo de 2010

Remilgo

Ilustración de Kelly Vivanco
(De re- y el b. lat. mellĭcus, y este del lat. mellītus, meloso).

1. m. Pulidez o delicadeza exagerada o afectada, mostrada con gestos expresivos. U. m. en pl.

Real Academia Española

También gesto o acción con que se muestra excesiva delicadeza, escrúpulo o asco: "Déjate de remilgos y tómate la sopa".

miércoles, 12 de mayo de 2010

Fruslería

Ilustración de Iban Barrenetxea

(De fruslera).

1. f. Cosa de poco valor o entidad.
2. f. coloq. Dicho o hecho de poca sustancia.

fruslera.

(De fuslera).

1. f. Raeduras que salen de las piezas de azófar cuando se tornean.
2. f. ant. Latón o azófar.

fruslero2, ra.
(Del lat. *fusilarĭa, de fusĭlis, fundible).

1. adj. Fútil o frívolo.

Real Academia Española

martes, 11 de mayo de 2010

Nimbo

Ilustración de Anne Soline ( Lili Gribouillon )

(Del lat. nimbus).

1. m. aureola (‖ de las imágenes sagradas).
2. m. Meteor. Nube grande, baja y grisácea, portadora de lluvia, nieve o granizo.
3. m. Numism. Círculo que en ciertas medallas, y particularmente en las del Bajo Imperio, rodea la cabeza de algunos emperadores.

Real Academia Española

VENUS
En la tranquila noche, mis nostalgias amargas sufría.
En busca de quietud bajé al fresco y callado jardín.
En el obscuro cielo Venus bella temblando lucía,
como incrustado en ébano un dorado y divino jazmín.

A mi alma enamorada, una reina oriental parecía,
que esperaba a su amante bajo el techo de su camarín,
o que, llevada en hombros, la profunda extensión recorría,
triunfante y luminosa, recostada sobre un palanquín.

«¡Oh, reina rubia! —díjele—, mi alma quiere dejar su crisálida
y volar hacia ti, y tus labios de fuego besar;
y flotar en el nimbo que derrama en tu frente luz pálida,

y en siderales éxtasis no dejarte un momento de amar».
El aire de la noche refrescaba la atmósfera cálida.
Venus, desde el abismo, me miraba con triste mirar.


Rubén Darío, 1889

lunes, 10 de mayo de 2010

Bellaco

Ilustración de Jean-Baptiste Monge

(De or. inc.).

1. adj. Malo, pícaro, ruin. U. t. c. s.
2. adj. Astuto, sagaz. U. t. c. s.
3. adj. Méx. Dicho de una caballería: Difícil de gobernar.

Real Academia Española

domingo, 9 de mayo de 2010

Rubicunda

Ilustración de Sybile
(Del lat. rubicundus).

1. adj. Rubio que tira a rojo.
2. adj. Dicho de una persona: De buen color y que parece gozar de completa salud.
3. adj. Dicho del pelo: Que tira a colorado.

Real Academia Española

En la cálida tarde se hundía,
el sol en su ocaso,
con la faz rubicunda en un nimbo
de polvo dorado.
En las aguas del mar, una barca,
bogando, bogando,
al país de los sueños volaban
amada y amado.
A la luz del poniente, en las olas,
quebrada en mil rayos,
parecían de oro bruñido
los remos mojados.
Y en la barca graciosa y ligera,
bogando, bogando,
al país de los sueños volaban
amada y amado.
¿Qué fue de ellos? No sé. Yo recuerdo
que después del crepúsculo pálido,
aquel cielo se puso sombrío
y el mar agitado.




Rubén Darío

sábado, 8 de mayo de 2010

Adalid

Ilustración de Vladislav Erko

(Del ár. hisp. addalíl, y este del ár. clás. dalīl).

1. m. Caudillo militar.
2. m. Guía y cabeza, o muy señalado individuo de algún partido, corporación o escuela.

Real Academia Española

viernes, 7 de mayo de 2010

Pundonor

Ilustración de Fred Calleri

1.
m. Estado en que la gente cree que consiste la honra, el honor o el crédito de alguien.

Real Academia Española
Algunos sinónimos: honor, honra, fama, dignidad, decoro, caballerosidad, vergüenza, orgullo. decencia, honradez, nobleza, conciencia y honestidad, valores que debemos preservar los seres humanos para convivir mejor con nuestros semejantes. Vaya palabra que nos regalaste Cantares, es una combinación de pudor y honor, que destaca más su condición ética-moral que conlleva intrínsecamente.

jueves, 6 de mayo de 2010

Balumba

Ilustración de Pablo Bernasconi

(Del lat. volumĭna, bultos).

1. f. Bulto que hacen muchas cosas juntas.
2. f. Conjunto desordenado y excesivo de cosas.

Real Academia Española

Qué más me da?
¡Con ella, todo; sin ella, nada!
Para qué viajes,
cielos, paisajes,
¡Qué importan soles en la jornada!
Qué más me da
la ciudad loca, la mar rizada,
el valle plácido, la cima helada,
¡si ya conmigo mi amor no está!
Que más me da...

Venecias, Romas, Vienas, Parises:
bellos sin duda; pero copiados
en sus celestes pupilas grises,
¡en sus divinos ojos rasgados!
Venecias, Romas, Vienas, Parises,
qué más me da
vuestra balumba febril y vana,
si de mi brazo no va mi Ana,
¡si ya conmigo mi amor no está!
Qué más me da...

Un rinconcito que en cualquier parte me
preste abrigo;
un apartado refugio amigo
donde pensar;
un libro austero que me conforte;
una esperanza que sea norte
de mi penar,
y un apacible morir sereno,
mientras más pronto más dulce y bueno:
¡qué mejor cosa puedo anhelar!
Amado Nervo, Marzo de 1912

miércoles, 5 de mayo de 2010

Maroma

Ilustración de Emiliano Pereyra

(Del ár. hisp. mabrúm[a], y este del ár. clás. mabrūmah, retorcida).

1. f. Cuerda gruesa de esparto, cáñamo u otras fibras vegetales o sintéticas.
2. f. Am. pirueta (‖ salto acrobático).
3. f. Am. Función de circo en que se hacen ejercicios de acrobacia.
4. f. Am. Voltereta política, cambio oportunista de opinión o partido.

andar alguien en la ~.

1. loc. verb. Tener partido o favor para algo.

Real Academia Española

Cuántas acepciones, y qué diferentes unas de otras. Trato de pensar en qué sentido la he usado. Pero no se me presenta el término con mucha claridad. En la infancia he escuchado: Se viene la maroma.
Supongo sería en su sentido de "circo" y el movimiento y alboroto que arma cuando llega a un pueblo con sus malabaristas y propuestas.

martes, 4 de mayo de 2010

Seráfico/ca

Ilustración de Lyle Motley

1. adj. Perteneciente o parecido al serafín.
2. adj. Se dice de San Francisco de Asís y de la Orden religiosa que fundó.
3. adj. coloq. Pobre, humilde.

hacer la ~.
1. loc. verb. coloq. Afectar virtud y modestia.

serafín
(Del lat. seraphim, y este del hebr. serafĭm, nobles príncipes, ángeles alados).

1. m. Rel. Cada uno de los espíritus bienaventurados que forman el primer coro.
2. m. Persona de singular hermosura.

Real Academia Española


lunes, 3 de mayo de 2010

Hado

Ilustración de Lauren Long
(Del lat. fatum).

1. m. Fuerza desconocida que, según algunos, obra irresistiblemente sobre los dioses, los hombres y los sucesos.
2. m. Encadenamiento fatal de los sucesos.

Real Academia Española

GÓNGORA

Marte, la guerra. Febo, el sol. Neptuno,
el mar que ya no pueden ver mis ojos
porque lo borra el dios. Tales despojos
han desterrado a Dios, que es Tres y es Uno,
de mi despierto corazón. El hado
me impone esta curiosa idolatría.
Cercado estoy por la mitología.
Nada puedo. Virgilio me ha hechizado.
Virgilio y el latín. Hice que cada
estrofa fuera un arduo laberinto
de entretejidas voces, un recinto
vedado al vulgo, que es apenas, nada.
Veo en el tiempo que huye una saeta
rígida y un cristal en la corriente
y perlas en la lágrima doliente.
Tal es mi extraño oficio de poeta.
¿Qué me importan las befas o el renombre?
Troqué en oro el cabello, que está vivo.
¿Quién me dirá si en el secreto archivo
de Dios están las letras de mi nombre?
Quiero volver a las comunes cosas:
el agua, el pan, un cántaro, unas rosas...

Jorge Luis Borges, 1985

domingo, 2 de mayo de 2010

Paladín

Ilustración de Gustaf Tengreen
 (De paladino).

1. m. Caballero fuerte y valeroso que, voluntario en la guerra, se distingue por sus hazañas.
2. m. Defensor denodado de alguien o algo.

paladino, na.

(Del lat. palatīnus; de palatĭum, palacio, con infl. del palam, abiertamente).

1. adj. Público, claro y patente.
2. m. paladín.

Real Academia Española

sábado, 1 de mayo de 2010

Aldaba


(Del ár. hisp. aḍḍabba, y este del ár. clás. ḍabbah, literalmente, 'lagarta', por su forma, en origen semejante a la de este reptil).
1. f. Pieza de hierro o bronce que se pone a las puertas para llamar golpeando con ella.
2. f. Pieza, ordinariamente de hierro y de varias hechuras, fija en la pared para atar de ella una caballería.
3. f. Barreta de metal o travesaño de madera con que se aseguran, después de cerrados, los postigos o puertas.

tener buenas ~s.

1. loc. verb. coloq. Disponer de influencias o amistades poderosas.


Real Academia Española

BUENOS AIRES

Antes yo te buscaba en tus confines
que lindan con la tarde y la llanura
y en la verja que guarda una frescura
antigua de cedrones y jazmines.

En la memoria de Palermo estabas,
en su mitología de un pasado
de baraja y puñal y en el dorado
bronce de las inútiles aldabas,

con su mano y sortija. Te sentía
en los patios del Sur y en la creciente
sombra que desdibuja lentamente

su larga recta, al declinar el día.
Ahora estás en mí. Eres mi vaga
suerte, esas cosas que la muerte apaga.

Jorge Luis Borges

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