(De origen incierto).
1. adj. Bajo, grosero, indigno, vil.
Real Academia Española
viernes, 2 de abril de 2010
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Hay palabras que se van perdiendo, pero que tienen un sentido emocional para nosotros, una connotación única porque la escuchábamos de pequeños, de boca de nuestras abuelas quizá. Y son de las primeras que aprendimos, y un día descubrimos que las hemos dejado de usar. Quizá pudiéramos recuperarlas de la memoria y construir entre todos una reserva virtual de palabras en vías de extinción. Sólo por el placer de nombrarlas y darles vida nuevamente.
4 comentarios:
Gracias. Besos
La ilustración es preciosa.
Un beso, Celeste.
La boca de muchos es soez.
Lamentablemente hemos perdido como sociedad el buen gusto en el uso de las palabras, sobretodo en los medios de comunicación. En nuestros hogares, ponemos todo nuestro empeño en enseñarles a nuestros hijos a utilizar correctamente los vocablos, no permitiendo que se les haga un mal hábito el uso de las palabras groseras. Lo que no ocurre en la comunidad. Es una lucha diaria hacerles entender que el vocabulario soez los degrada como seres humanos, desviándolos en sus gustos hacia pensamientos y acciones viles, desagradables, chabacanas y perversas.
Enseñarles a paladear la belleza, el buen gusto y el buen trato es una tarea titánica en estos tiempos. Pero no por eso debemos dejarnos vencer. Debemos trabajar con más ahínco por el fortalecimiento de un buen uso de lengua en nuestros hijos. Es lo que los formará como personas y los fortalecerá en los tiempos difíciles.
La palabra es vida en el espíritu del ser humano. Según las palabras que pronunciemos en la comunicación con nuestros hijos, será su manera de pensar, de vivir, de ser y de creer.
Exelente comentario Edit O.O
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