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Ilustración de Heather Barron |
(Quizá del gót. ufjô, abundancia, exceso; cf. prov. ufana, jactancia, cat. ufana, lozanía, frondosidad).
1. adj. Arrogante, presuntuoso, engreído.
2. adj. Satisfecho, alegre, contento.
3. adj. Que procede con resolución y desembarazo en la ejecución de algo.
4. adj. Dicho de una planta: lozana.
Real Academia Española
Tengo una amiga muy querida, con una memoria frondosa, que solía repetirme versos que su abuela le enseñaba de pequeña. Todos ellos muy graciosos, el que más me llamó la atención , por los juegos del lenguaje y la importancia de los signos de puntuación, es el que quiero compartir hoy. Dice así:
Había un apuesto joven dedicado a cortejar a tres hermanas. Un buen día a éstas se les acabó la paciencia y le presentaron un ultimátum al joven: tenía que decidirse por una de ellas.
El afortunado galán les hace llegar una nota en mano a cada una al tiempo que les anuncia que debe marchar urgentemente de viaje y ya que no ha podido puntuar la respuesta correctamente, que sean ellas las que se encarguen de hacerlo.
Cada una de las señoritas se lanza apresuradamente sobre su papel que contiene la ansiada respuesta en verso. En los tres había escrito lo mismo:
Juana Teresa y Leonor
puestas de acuerdo las tres
me piden que diga cuál es
la que prefiere mi amor
Si obedecer es rigor
digo pues que amo a Teresa
no a Leonor cuya agudeza
compite consigo
ufana
no aspira mi amor a Juana
que no es poca su belleza
Teresa no lo dudó ni un momento. Según su puntuación, ella era la elegida:
Si obedecer es rigor,
digo, pues, que amo a Teresa.
No a Leonor, cuya agudeza
compite consigo ufana.
No aspira mi amor a Juana,
que no es poca su belleza.
Leonor también lo vio claro: la elegida era ella:
Si obedecer es rigor,
¿digo, pues, que amo a Teresa?
No, a Leonor, cuya agudeza
compite consigo ufana.
No aspira mi amor a Juana,
que no es poca su belleza.
Mientras Juana tampoco tuvo ninguna duda a la hora de puntuar y de entender que la elegida era ella:
Si obedecer es rigor,
¿digo, pues, que amo a Teresa?
No. ¿A Leonor, cuya agudeza
compite consigo ufana?
No. Aspira mi amor a Juana,
que no es poca su belleza.
Hubo que esperar a que regresara del viaje el joven para que aclarara el enigma y le pusiera la correcta puntuación al verso.
Si obedecer es rigor,
¿digo, pues, que amo a Teresa?
No. ¿A Leonor, cuya agudeza
compite consigo ufana?
No. ¿Aspira mi amor a Juana?
!Que no! Es poca su belleza.
Ninguna de las tres resultaba elegida.