domingo, 7 de noviembre de 2010

Páramo

Oleo de Claude Monet
(Del lat. parămus, voz de or. prerromano).

1. m. Terreno yermo, raso y desabrigado.
2. m. Lugar sumamente frío y desamparado.
3. m. Col. y Ec. llovizna.

Real Academia Española

Los páramos son espacios de nieblas, lloviznas y arremolineantes nubes adheridas a las rocas y al viento. Lugares encubiertos, sombríos, ignotos, donde los horizontes se multiplican y la totalidad se hace patente. El páramo reúne en torno suyo las energías de la vida y el hombre las ha vinculado siempre a sus dioses, a esas fuerzas que no acaba de entender o dominar (Josan, 1982).

4 comentarios:

Barros Matos dijo...

El significado de la primer palabra que encontré en este blog, tenía cierta ingerencia en mi vida, en mi carácter o forma de ser. Y hoy me encuentro con PÁRAMO. Hubo un momento, un tiempo que no puede medirse en horas si no en intensidad de sentimientos encontrados, en que mi existencia tuvo ese cuadro de paisaje mustio y yermo, de tierra triste y estéril, al ir perdiendo las esperanzas extendidas en el tiempo, para agotarse en un espacio hueco, sin horas, y que en ese momento creí, de inútil espera. Ese es mi concepto, mi visión de un PÁRAMO. El lugar de la soledad acompañada por esa otra soledad que dan vientos que no existen pero se sienten, sombras que no están pero tapan la luz de la esperanza, nieblas espesas que cubren únicamente a uno y que le impide seguir el camino. El PÁRAMO al introducirse en el alma cubre por un instante todo y cierra todas las salidas. Es inútil, en un principio, buscar una puerta, aunque sea una estrecha abertura por donde ir intentando la aventura de salir, de volver a vivir. Y entonces, en ese momento, quedan dos caminos. Uno es la resignación. Te atrae con dulzura, quiere adormecerte en una situación de entrega total, y llevarte de la mano hacia una depresión donde nada importa, se anestesian los sentimientos, y resulta fácil ese vivir sin buscar ni querer absolutamente nada. Dejarse destruir. El otro camino es forzar esa niebla para que entre un rayo de sol. Buscar y buscar hasta encontrar en el PÁRAMO un trozo de tierra donde plantar un rosal. Cortar ese lazo invisible que lleva la anestesia al alma. Y romper la soledad aunque sea hablando con las paredes, los árboles, los pájaros. Y desde una esquina que buscamos férreamente, porque no queremos que el alma se destruya, porque no dejaremos al PÁRAMO convertirnos en piedra y monte yermo asolado por vientos y sombras, aparece alguien que nos tira una .soga y nos devuelve, de a poco, a ser más o menos quien fuimos. Otra mujer, un amigo, el interés por el arte, descubrirse pudiendo escribir una poesía, no importa que sea mala.
El páramo es para mi hoy un recuerdo con minúsculas. Hasta puedo encontrarme con quien ayer fue lo más importante de mi vida, compartir con esa persona un par de horas de alegría y recuerdos (la vida sólo se llevó la mitad, dice Serrat) y no sufrir, si no saber que cuando la vida te pone a prueba, también te deja una posibilidad del reencuentro con uno mismo.

Barros Matos dijo...

Cometí un error !! Lo que escribió Serrat es "El olvido sölo se llevó la mitad" con lo que cambia el sentido de la frase. Perdón.

Mariela Torres dijo...

No sé por qué, durante mucho tiempo creí que páramo significaba todo lo contrario. La primera vez que lo escuché aplicado a una situación, lo entendí.

Besos, Celeste.

Celestacha dijo...

Se entendió perfectamente Barros...el otro día leí: la dificultad es una oportunidad disfrazada. Quizá tenga que ver con esto que Ud. dice: cuando la vida nos pone a prueba, también te abre la ventana a un nuevo escenario impensado por nosotros. No hay resurrección sin muerte. Saludos

Quizá también te interese

Related Posts with Thumbnails