miércoles, 30 de noviembre de 2011

Tahúr

Ilustración de Alexandre Ravski
(Del ár. takfūr, y este del armenio tagevor, título de los reyes de esta nación posteriormente con valor negativo por sus difíciles relaciones con los cruzados).

1. adj. jugador (‖ que tiene el vicio de jugar). U. m. c. s.
2. adj. jugador (‖ que es muy diestro en el juego). U. m. c. s.
3. m. Jugador fullero.

Real Academia Española

Esta palabra fue sugerida por la escritora Lozano, a estas alturas, gran colaboradora del blog.
Para ilustrarlo, mencionaremos la obra El tahúr del As de diamantes o simplemente El tahúr, que es una de las pinturas más conocidas del pintor francés Georges de La Tour exhibidas en el museo del Louvre.
Se trata de un cuadro de género en el que se retrata una escena de burdel, en el que un tahúr y una prostituta, con la complicidad de una criada, despluman a un joven rico, ataviado con lujo, quien no se da cuenta de que el tahúr se saca del cinturón un as de diamantes.

El tahúr / Georges de La Tour

4 comentarios:

Escritora Laura M.Lozano dijo...

YA te lo había dicho antes por el e-mail y te lo repito. Tahúr es una palabra bella y estética, fuerte y sonora que refuerza la riqueza de nuestra lengua latina con las raíces árabes que se mezclaron en el Medievo. Gracias por la reseña.
Un beso muy afectuoso.
=))
Laura.

BARROS MATOS dijo...

Miguel Ángel Velez, es un autor poco conocido y meno aún recordado. En mis habituales recorridos por los kioscos de libros usados cada vez que voy a Buenos Aires, suelo encontrar ejemplares raros y quizá únicos, dado que en las librerías no tienen noticias de ellos y que han sido editados por el autor en pocos ejemplares. Me encantan, adoro esos libros, que representan el sueño, la ilusión de un escritor que buscó llegar al gran público y quedó en el camino. Me identifico con él, y me siento bien conmigo mismo teniéndolos en mi biblioteca. En su libro DE LA FAUNA PORTEÑA, relata historias de personajes que poblaron el arrabal entre los años 1920 y 1940. Nos cuenta de rufianes, malandras, compadritos y tahúres. Y entre estos, destaca a quien denominó El tahúr honrado, Basilio Liverti. Vivía del juego, pero del juego limpio, sin trampas, y era respetado en el ambiente que frecuentaba. Ganaba nueve de cada diez partidas, argumentando que tenía la habilidad de leer en el semblante de los adversarios el juego de naipes que tenían en las manos, por más que intentaran poner lo que se llama “cara de póker”. Nunca quiso intervenir en juegos con tahúres adictos a la trampa, de manera de evitar discusiones que podrían llevar a finales no deseados. Pero una vez no pudo desoír la invitación, hecha con la ironía con que se trata al cobarde. Jugó limpio contra fulleros. Y para su mala suerte, les ganó. Dice el autor que Liverti advirtió a sus conocidos que sabía lo que le esperaba. Dos noches después, lo encontraron muerto de una puñalada en una esquina de ese suburbio gris donde ganara su fama de tahúr honrado. Una puñalada traicionera, propia de un fullero. Liverti no había alcanzado a sacar su daga de la funda.
BARROS MATOS

jaramos.g dijo...

En el mundillo político ha quedado para la historia el calificativo con que Alfonso Guerra denominaba a Adolfo Suárez: "El tahúr del Misisipi". Salud(os).

Celestacha dijo...

Qué historias Barros !!! para recopilar en un libro, no ???

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