lunes, 23 de enero de 2012

Egregio

Ilustración de Fernando de Vicente
(Del lat. egregĭus).

1. adj. Insigne, ilustre.

Real Academia Española 

Esta palabra es un arcaísmo. En realidad creo que la palabra ha ido desapareciendo porque ha ido desapareciendo aquello que nombra, es decir: personas insignes e ilustres.
Es una pena...deberían reaparecer ambas.

6 comentarios:

BARROS MATOS dijo...

Me acuerdo fue en Balvanera
En una noche lejana
Que alguien dejó caer el nombre
De un tal Jacinto Chiclana…
Así comienza una de las 14 milongas de Borges, para mí la más lograda, musicalizadas por Astor Piazzolla. ¿Jacinto Chiclana existió? Sí y no. Aparentemente, el personaje en sí nace de aquellas historias de cuchilleros y compadritos, que ambientaron el arrabal porteño en los primeros años del siglo, y que tanta influencia tuvieron en Borges. A pesar de carecer de pruebas irrefutables, hay quienes guardan recuerdos de relatos de sus abuelos, que con nombre y apellido identificaron a Jacinto Chiclana, algunos como Hilario Remare, otros como Basilio Jamilla, ambos guapos de los años 20, que tenían para sí esto que recalca Borge en la milonga:
“Alto lo veo y tal vez, con el alma comedida,
Capaz de no alzar la voz, y de jugarse la vida…”
Creo que Jacinto Chiclana son todos aquellos que hicieron valer el coraje honrándose a si mismos con una conducta intachable, ajenos a la traición y a las intenciones aviesas en aquellos memorables duelos a cuchillo.
¿Y Uds. se preguntarán a que viene todo esto para escribir sobre Egregio?
BARROS MATOS ----SIGUE

BARROS MATOS dijo...

La historia argentina que nos enseñaron de chicos tenía respecto a los próceres algo de esa veneración extrema y angosta, que parece hacerlos ajenos a la raza humana, y que aprendimos de verdad cuando ya grande buceamos en ella. Como el personaje de Borges, en ellos todo era virtud, tanto “en el amor y en la guerra”. Y para nuestros próceres, una sola función: nada los distraía del trabajo por la Patria, ni familia, ni dudas, negándoles enfermedades (San Martín cruzando Los Andes a caballo) y dejando continuamente frases para la historia. En verdad fueron seres humanos con sus defectos y virtudes, pero estas últimas tenían el valor inmensurable del amor a la Patria a la que querían convertida con los años en una de las grandes naciones del mudo. La designación de personajes egregios de la historia les es merecida con creces. Lamentablemente, luego de ellos vinieron gobiernos que fueron dejando de lado el anhelo por el cual lucharon y perdieron personalmente todo, convirtiéndolos en figuras para recordar patrioteramente, pero no para emular desde sus altos cargos y hacer realidad aquellos sueños
BARROS MATOS

Robín dijo...

Una palabra que a mí me irrita, es "autodidacto", la masculinización de "autodidacta" en su forma sustantiva; que no existe en la misma forma sustantiva francesa de "autodidacte", que es , como sabemos bien, invariante en género; pero como soy precisamente yo uno de ellos, no logro entender porqué me molesta esa letra "o" final que me parece que al particularizar sexualmente, desuniversaliza. Y no , no voy por los senderos turbios del feminismo u otros similares. Que alguna luz lingüística, ultramarina o no y
femenina acaso me illumine.

Robín dijo...

La voz que me illumine ha de ser egregia, claro. O parecerlo.

Celestacha dijo...

Robin, a ver...dejame pensar...te molestan los opuestos, y es una ley universal la de los opuestos !! está en el Kybalion de Hermes Trismegisto. Pero los opuestos sólo rigen en el plano físico, no en otros ( estarás pensando...ahá...por dónde va esta mujer, medio loca ). Así que la "e" al final sería una suerte de resolución de opuestos y por tanto de universalidad resuelto en un plano superior. Y ya que me permití decir pavadas, voy a continuar agregando que a mi me molesta la distinción de género en los casos de la "o" masculina final, cuando obligadamente se la aplica a la mujer. Por ejemplo: el ministro de salud, la ministro de salud...caramba...soy mujer y llegué a Ministro, no me enmascaren tras el rótulo y la palabra.
Otra cosa, a esta altura habrás notado que mi voz no es egregia ni se le parece. Para eso necesitamos la opinión calificada de Funes o Barros Matos.
Saludos

Robín dijo...

Muy bonita respuesta,Celeste; de ministra casi; de ministro redundantemente casi; yo tampoco sé como acertar.

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