lunes, 12 de septiembre de 2011

Miríada

Ilustración de Carol Heyer
(Del gr. μυριάς, άδος). 

1. f. Cantidad muy grande, pero indefinida.

Real Academia Española

"La naturaleza quiere que tengamos formas bellas, no según los caprichos del momento, sino según sus propias leyes. No se cansa de crear miríadas de seres humanos bellos, virtualmente perfectos y todos idénticos. Quiero decir idénticos en lo esencial de sus estructuras. Los cinco dedos de una mano pueden ser diferentes, según la piel sea blanca o negra, pero bajo la piel las estructuras de la mano son con exactitud las mismas.
Los padres pueden deformarse los músculos o tener ideas retorcidas acerca de la forma, pero darán nacimiento a seres nuevos, que vienen al mundo sin zapatos puntiagudos y sin corsés, con los ojos bien abiertos y la boca sin fruncir, niños que son adultos perfectos en potencia. Las deformaciones son mucho menos frecuentes de lo que se cree. En realidad, las costumbres familiares y en especial el mimetismo deforman los cuerpos con mucha mayor frecuencia que la fatalidad de la herencia. 
Somos en extremo recelosos con la naturaleza, estamos siempre persuadidos de que nuestro deber es vigilarla y corregirla. Estamos equivocados. A cada minuto del día y de la noche, con cada nuevo bebé, la belleza renace sobre el planeta..."


La guarida del tigre / Thérèse Bertherat/ Pág. 75

2 comentarios:

BARROS MATOS dijo...

Esta palabra, miríada, y su significado, me han hecho pensar en esta cantidad grande, indefinida, de compañerismo, comprensión, que reina en la mesa del 4 de COPAS, donde nos reunimos amigos que la vida supo mantener unidos. He hablado mucho de este lugar, y hoy quiero que lo conozcan.
El 4 DE COPAS es un bar de habituales. Grupos de amigos se reúnen alrededor de sus mesas, y el lugar se ha convertido en el preferido para un periódico encuentro, donde por el ambiente se siente pasar la cálida brisa de la amistad. Cada grupo tiene su mesa. No es cita obligatoria, algunas noches concurren 2 o 3 o 5 o ninguno, y en ese caso un cartelito “reservada” impide su uso a clientes de paso que tienen otras libres para ocupar. Nos conocemos todos de vista y algunos por el apellido, y tanto al entrar y al retirarse el saludo es general, para todos. Pero hay un hilo conductor que nos une a los habitués, y son los mozos que saben nuestros nombres, domicilios, trabajo, y hasta parte de nuestras vidas, después de largo tiempo de charla mientras sirven los pedidos. Son el Chino Olaya y el sordo Varea, que perdió la audición de un oído al explotarle un tremendo petardo en la oreja, siendo niño. El personal se completa con Mercedes, a quien llaman sin que se enoje la Gorda Merce, hermana de Varea, que prepara picadas de queso, aceitunas y maníes, y si se lo piden, sándwiches de miga de jamón y queso, y el dueño, Tito Gonzaga, controlando todo desde la caja.. El 4 DE COPAS no es exclusivo para hombres, y varias damas engalanan con su presencia distintas mesas, hecho que contribuye a la charla en voz baja y al cuidado del vocabulario. Una de ellas es de una pareja de octogenarios, que llegan temprano y se retiran temprano. Ocupan, como todos, la mesa que les pertenece. Y a pesar de que pasan el día juntos, son los que más tema de conversación tienen. Se sientan muy cerca uno del otro, hablan en voz baja, a veces se les escucha una risita suave, y todos sonreímos. Beben sorbos espaciados de un té digestivo, y al retirarse, saludan a cada uno de nosotros con una mirada que abarca a todos. Son los mimados de los mozos. A veces, se sientan un minuto a sus mesas y algo les dicen, que provoca en ellos una risita cómplice.
BARROS MATOS---SIGUE

BARROS MATOS dijo...

La mesa a la que concurro prácticamente todas las noches de viernes muchas de sábados y algunas entre semanas, está compuesta por el historiador, escritor y maestro jubilado Liberto Dinastía, autor de varios libros inéditos sobre la historia del barrio y la ciudad, a quien a veces acompaña su esposa Dina, profesora de historia, como es lógico. El Contador jubilado, visionario y solterón empedernido, Eliseo Maronini, que sabe mantener largos debates con el Gordo Vilches, viudo 2 veces y cuya novia se niega al casamiento por eso de que no hay 2 sin 3, experto y disertante sobre reencarnación y vidas anteriores. Morocho Ramos, de novio con la hermana de Varea, guitarrero y cantor que acompaña a Vilches, en sus giras de conferencias para animarlas en los entreactos. La consagrada poetisa Delicia Barcos del Mar, seudónimo de Adelina Barbosa, cuya vida privada guarda celosamente, famosa por sus 60 Odas al Amor, que causara sensación en cenáculos poéticos. Fructuoso Mancheritti, Lingüista reconocido, casado, con múltiples hijos y nietos, que ha debatido sus ideas en revistas especializadas, el farmacéutico Moisés Schuartz, viudo, profundo pensador, que se autodenomina con modestia “solamente un filósofo de entre casa” Y yo, que en agradecimiento a tanto valor intelectual que recibo, solo puedo retribuir con mi sincera amistad y gratitud.
BARROS MATOS

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