Ilustración de Eugenia Nobati |
Real Academia Española
El árbol tenía verdinegro porte, manojos de hojuelas, infinitud de ramas,
pájaros, reciedumbre y siglos. Por reino, la mitad de un patio
subido de sombras. Los niños clavaban sus manos, ávidas de juegos, sobre la vejez regia de la corteza y él se dejaba empapar por la inocencia de aquellas infancias momentáneas...
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