jueves, 28 de mayo de 2009

Modorra

Ilustración de Anne Soline
(De or. inc.).

1. adj. Que padece de modorra patológica.
2. adj. Dicho de un operario: Que se ha azogado en las minas. U. t. c. s.
3. adj. Dicho de una fruta: Que pierde el color y empieza a fermentar.
4. adj. Inadvertido, ignorante, que no distingue las cosas. U. t. c. s.
5. f. Somnolencia, sopor profundo.
6. f. Sueño muy pesado y, a veces, patológico.
7. f. la hora de la modorra.
8. f. Mil. Segundo de los cuartos en que para los centinelas se dividía la noche, comprendido entre el cuarto de prima y el de la modorrilla.
9. f. Veter. Aturdimiento patológico del ganado lanar, producido por los cisticercos de los cenuros que se alojan en el cerebro y que pueden alcanzar gran tamaño.
  1. adj. Que padece modorra:
    Está muy modorro después de la siesta.
  2. adj. y s. Que se ha azogado en las minas:
    Sacaron a un picador modorro.
  3. Ignorante,torpe:
    Es un modorro de marca mayor.
  4. f. Somnolencia,sopor profundos:
    ¡qué modorra después de comer!
  5. Sueño muy pesado,a veces patológico.
Real Academia Española / Diccionario de la lengua española © 2005 Espasa-Calpe

lunes, 25 de mayo de 2009

Zarrapastroso / Zaparrastroso



1. adj. coloq. Desaseado, andrajoso, desaliñado y roto. U. t. c. s.
2.
adj. Dicho de una persona: despreciable. U. m. c. s. f.

Real Academia Española

Pasa con algunas palabras que invertimos algunas de sus sílabas. Tal es el caso de esta palabrita que a veces usamos como Zaparrastroso. Ambas acepciones están admintidas. Es una palabra con fuerza,
tan sonora y descriptiva ! hace muchísimo tiempo que no la escucho.

lunes, 18 de mayo de 2009

Lóbrego

(Del lat. lubrĭcus, resbaladizo).

1. adj. Oscuro, tenebroso.
2. adj. Triste, melancólico.
Real Academia Española

Poema a Leonor, de Amado Nervo
Tu cabellera es negra como el ala
del misterio; tan negra como un lóbrego
jamás, como un adiós, como un «¡quién sabe!»
Pero hay algo más negro aún: ¡tus ojos!
Tus ojos son dos magos pensativos,
dos esfinges que duermen en la sombra,
dos enigmas muy bellos… Pero hay algo,
pero hay algo más bello aún: tu boca.
Tu boca, ¡oh sí!; tu boca, hecha divinamente
para el amor, para la cálida
comunión del amor, tu boca joven;
pero hay algo mejor aún: ¡tu alma!
Tu alma recogida, silenciosa,
de piedades tan hondas como el piélago,
de ternuras tan hondas…
Pero hay algo,
pero hay algo más hondo aún: ¡tu ensueño!

martes, 12 de mayo de 2009

Pipí Cucú

Ilustración de Horacio Altuna

Perfecto, impecable, excelente.
No figura en el diccionario de la Real Academia Española

Esta palabra, tan típicamente argentina e inmortalizada por un humorista muy querido llamado Alberto Olmedo, tiene una historia muy divertida. En la década del setenta, Carlos Monzón, boxeador duro y campeón mundial, fue hasta Francia a mostrar los puños, pero se encontró con que además tenia que dar un discurso. Él, que siempre había sabido defenderse muy bien, ahora estaba contra las cuerdas del lenguaje, frente a un auditorio distinguido en ese país tan extraño.
Le entregaron un premio y él quiso agradecer, había entrenado tranquilo el famoso Merci beaucoup, mersí-bocú, pero en la cancha se ven los pingos, y a la hora del micrófono repitió muy nervioso:" pipí cucú, pipí cucú para todos".
Luego de un silencio incómodo, estallo la risa entre todos los presentes. Había nacido esta nueva palabra, que luego su amigo Alberto Olmedo populizaría dándole un nuevo significado: exquisito, espléndido, hermoso, sin nada de más ni de menos.

Extraído del blog http://lapipicucu.blogspot.com

domingo, 3 de mayo de 2009

Chúcaro

Pintor Ricardo Carpani
(Del quechua chucru, duro).

1. adj. Am. Dicho principalmente del ganado vacuno y del caballar y mular aún no desbravado: Arisco, bravío.



Real Academia Española

Solitario corral de troncos viejos, roídos por esos dientes sin filo, que en sus momentos de furia le servían de consuelo, para calmar esos bríos.
Siempre zaino, siempre arisco, indómito, quisquilloso, chúcaro, difícil para el lazo, animal de rienda corta, duro de boca, mañoso.
Nació de noche, vivió sus días, buscador empedernido del tierno pasto en la orilla, corrió todas las carreras de la forma que creía.
Una estampa deslucida, una mirada altiva, conocedor de secretos, abrevador de misterios, amigo del canto dulce, de algún zorzal mañanero.
Trote corto, marcha intensa, no hubo lluvia ni granizo que detuvieran sus ansias, agachaba la cabeza, mirando siempre hacia el frente, continuaba con su marcha.
Reculó muy pocas veces, conocedor del camino, intuyendo algún peligro, esquivo airoso las huellas de algunas oscuras sendas que lo invitaban a andarlas.
Crin al viento, pecho firme, cruzó alambrados y ríos, trepó cerros en otoño, buscó refugio en el monte, cuando apretaba el invierno.
Hoy vaga solo en el llano, ni muy lejos, ni muy cerca del resto de la tropilla, corre de atrás, como queriendo ganar, la interminable pulseada, que le propone la vida.
Ya no precisa corral, ya no cuestiona el encierro, camina al tranco, no corre, hoy lo contiene el tiempo…
http://blogs.clarin.com/tipoonline/2009/3/19/chucaro-

Macanudo

Pintor Carlos Montefusco

(De macana).
1. adj. coloq. Am. Bueno, magnífico, extraordinario, excelente, en sentido material y moral.

Real Academia Española

Pero de dónde proviene una palabra tan curiosa, sonora y divertida?
En México macanudo, en sentido sexual, denota a un hombre bien dotado de su anatómía viril. "Macana" también es el garrote que usan los policías antimotines.
Pero vayamos a la acepción más probable en Sudamérica.

Corría la segunda mitad del s.XIX, y en el extremo sur del continente americano se avecinaban grandes cambios. Extensas llanuras y fértiles valles esperaban vírgenes al labrador, y varios millares de vacunos que se reprodujeron libremente durante más de 250 años, vagaban en territorios con horizontes infinitos y donde lo que más abundaba era pasto tierno.
Tierra promisoria que abría sus puertas a la inmigración, recibiendo colonos de diversas nacionalidades europeas. Así, en una primera gran oleada comenzaron a misturarse con el criollo y el gaucho, ingleses, italianos, rusos, polacos, alemanes, galeses, denominados todos genéricamente como "gringos".
Serán los ingleses que por ese entonces se ocupaban de gran parte de la actividad comercial e industrial, quienes protagonizarán esta historia.
La agricultura y la ganadería tomaban forma organizada a medida que se iban distribuyendo tierras para su trabajo. Una de las necesidades era cercar el perímetro de las propiedades y la subdivisión en parcelas dedicadas a sendas actividades, especialmente la actividad ganadera. Las extensiones de las propiedades eran muchísimo más vastas a las acostumbradas en Europa y, desde Inglaterra, llegó la solución: el alambrado.
Extensos rollos de alambre y postes de madera acabarían con el problema. Asi, muy pronto, el ganado que antes deambulaba libremente y sin propietario, se encontró cercado, clasificado, marcado, y sus vidas tenían ahora un nuevo destino, que no era precisamente la culminación natural de su ciclo vital. Pero la excelente solución llegada del viejo continente no tendría aquí los mismos resultados exitosos que lo popularizaron en Gran Bretaña.
Hubo detalles que no se tuvieron en cuenta. En primer lugar, este sistema de alabrado no había sido experimentado en perímetros de varias hectáreas, y no contaba aún con los sitemad de tensores y torniquetes, usados hoy, que permiten mantenerlo tenso y rígido. Pero el mayor problema inesperado era nada menos que las vacas. Las reses que aquí habitaban eran muy distintas a los vacunos europeos domesticados ininterrumpidamente durante varios cientos de años. Ganado "cimarrón", sin dueños ni territorio, con naturaleza nómade, acababan una y otra vez derribando estos cercos y escapando a la libertad perdida.
El problema parecía no tener solución. Anécdotas de colonos confiados en su experiencia y habilidosos en el manejo del ganado que se vieron burlados por estos chúcaros animales se cuentan por miles. Pero la solución habría de llegar de la mano de un invento...criollo.
Nadie sabe a ciencia cierta quién fue, pero lo cierto es que, quizá preocupado por encontrar la solución, o producto del ocio creativo, mediante un sistema más que elemental, descubrió que la solución al fracasado sistema europeo de alambrado estaba en ...el mismo alambre!
Así comenzó a cortar tramos pequeños de este elemento y a atarlos en longitudes regulares a lo largo del alambre, dejando ambos extremos de esta atadura abiertos o en punta. Nace el alambre de púas.
Las primeras pruebas fueron todo un éxito; el alambre de púas se usa actualmente y es bastante efectivo, las púas amedrentan al animal y le hacen abandonar el intento. Pero volvamos a la historia.

Su producción comenzó a industrializarse y, por fuerza, nace una marca: el primer alambre de púas se llamó "Marca Nudo" por asociación o semejanza a los nudos incorporados en el alambre. Su uso continuó extendiéndose y popularizándose como un muy buen producto de la industria nacional.
Así, en un territorio de criollos y gringos de distintas nacionalidades e idiomas, con lógicos problemas para hacerse entender, este invento cumple doble función: la primera, ya la sabemos, ...pero la segunda...
Imaginemos a un gringo, precisamente un inglés, pronunciar esta marca. Su dicción sería más o menos así: " ma_ca nudou", y convengamos que este alambre de púas era sinónimo de algo bueno, aceptable, estupendo, magnífico. Coincidentemente el mismo significado que hoy tiene, por deformación, la palabra "macanudo".
Siempre surgen dudas y distintas versiones acerca de la etimología de una misma palabra, por lo cual, la tendencia natural es adoptar la más aceptable.
Otra acepción habla de un bar instalado en la ciudad de Buenos Aires por un escocés apellidado Mc Canna, hombre muy afecto a relatar fantásticas historias, cargadas de tal exageración y por supuesto, poco creíbles, aquí surgiría lógicamente la palabra "macana" ( mentira, fabulación ). Más adelante, "macana" dio luz a la palabra "macanudo" como sinónimo de estupendo o magnífico.

Eduardo Schustik

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