jueves, 6 de enero de 2011

Parranda

(Etim. disc.).

1. f. Cuadrilla de músicos o aficionados que salen de noche tocando instrumentos de música o cantando para divertirse.

2. f. coloq. Juerga bulliciosa, especialmente la que se hace yendo de un sitio a otro.

3. f. El Salv., R. Dom. y Ven. Fiesta en grupo, especialmente si se realiza por la noche y con bebidas alcohólicas.

4. f. Ven. Manifestación folclórica en la que un grupo de personas canta y baila alrededor de una persona disfrazada, generalmente de animal, que es el tema central de las canciones.

Real Academia Española


Alguien podrá aclararme qué significa para la RAE "(Etim. disc.)."
En otro orden de cosas, quiero contarles que ando falta de inspiración en estos últimos tiempos...no se me ocurre nada !  sepan disculpar y no me abandonen, que vuelvo pronto.

4 comentarios:

Barros Matos dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Barros Matos dijo...

En abril de 1959, Eduardo Blanco Amor publicó en gallego su novela “A ESMORGA”, que en su futura traducción al castellano se tituló LA PARRANDA. Esta novela, considerada la obra maestra de este autor e inaugurando la moderna literatura gallega de ficción, se divide en 3 partes que se intercalan para llegar a un final que obliga al personaje central a ser interrogado por un juez. El argumento gira en torno al protagonista, Cibrán, que al salir para su trabajo se encuentra con 2 amigos que venían de borrachera (esmorga, parranda) y se une a ellos para seguir en esa onda. Así, con un principio donde encontramos a 3 amigos que quieren divertirse, los sucesos se precipitan para llegar a un final no calculado. En 1979 llega al cine, dirigida por Gonzalo Suarez y protagonizada por Charo Lopez, José Sacristán y Fernando Fernán Gomez. En 1959 el mejicano Fernando Cortez dirigió VIVA LA PARRANDA, comedia musical con Acevez Mejía y Lucho Gatica.
Y no cuento más, si quieren saber lean el libro, y vean las películas, yo no tengo tiempo porque me espera el Gordo Vilchez, nos vamos de parranda.
BARROS MATOS

Unknown dijo...

Como ya comenté en la palabra “chacota”, me encuentro de viaje por estrictos motivos laborales en Uruguay, un país fenómeno. Bien. Como el camión en que viajo se descompuso quedamos “varados” en Montevideo y es así que salí a buscar un bar, un cafetín infame y fabuloso en donde reemplazar por estos días la barra del café al que habitualmente asisto: “dos cuchillos”.
No me fue difícil dar con uno de mesas viejas, baldosas gastadas, en una esquina del Barrio Sur de Montevideo… y por supuesto, una mesa de ocho o nueve charlatanes como los de mi barra que estaban “dando cátedra”. La cosa es que entré, me presenté y les dije que estaba varado en la capital de Uruguay y ahí nomás me invitaron a sentarme. Propuse como tema de charla “parranda” e inmediatamente comenté las definiciones que propone en el blog la editora. “Está incompleto eso” dijo un morocho, grandote, que era el único que no tomaba café sino grapa con ruda. “¿Cómo es la cosa, entonces?” pregunté. El morocho se acomodó en la silla, se tomó de un trago lo que quedaba en su vaso y comenzó a explicar. “Mire Funes, la cosa es así: ´parranda´ en verdad era una salida de juerga de hombres casados con mujeres que no eran, precisamente, sus esposas. Es más, le digo que la propia Real Academia Española definía ´parranda´ como ´juerga, salida, fiesta de hombres casados conforme las leyes civiles de sus países, con mujeres ajenas o que al menos no son sus consortes legales´. Ocurre que hubo presiones, sobre todo de la Iglesia católica que no quería saber nada con esa definición, al punto tal que la Real Academia transó y la cambió por las que usted trae ahora. Solamente en dos lugares se ha mantenido la idea original de lo que significa ´parranda´: en este país, Uruguay, y en Buenos Aires, en el Barrio de Agronomía. Tanto aquí como allá, los que salimos de parranda debemos ser casados y la salida debe involucrar mujeres que no sean nuestras esposas” terminó el morocho.
Casi me atraganto: nuestro contertulio Barros Matos anunció en el blog que saldría de parranda!. Pero la sorpresa fue mucho mayor. Un veterano, de bigotes gruesos y mirada achinada, se despachó: “Cuando viajaba a Buenos Aires, salía de parranda con un amigo de allá, del Barrio de Agronomía… conocía unas ´minas´(x)bárbaras el tipo... Barrito le decíamos”.
Pagué mi café, saludé y me fui por donde entré.
Es un pañuelo el mundo.
En fin.
Funes
(x)minas: mujer en el lunfardo rioplatense.

Unknown dijo...

Como estoy varado en Montevideo salí a a buscar un bar, un cafetín infame y fabuloso en donde reemplazar por estos días la barra del café al que habitualmente asisto: “dos cuchillos”.
No me fue difícil dar con uno de mesas viejas, baldosas gastadas, en una esquina del Barrio Sur de Montevideo… y por supuesto, una mesa de ocho o nueve charlatanes como los de mi barra que estaban “dando cátedra”. La cosa es que entré, me presenté y ahí nomás me invitaron a sentarme. Propuse como tema de charla “parranda” e inmediatamente comenté las definiciones que propone en el blog la editora. “Está incompleto eso” dijo un morocho, grandote, que era el único que no tomaba café sino grapa con ruda. “¿Cómo es la cosa, entonces?” pregunté. El morocho se acomodó en la silla, se tomó de un trago lo que quedaba en su vaso y comenzó a explicar. “Mire Funes, la cosa es así: la verdadera definición de la RAE de ´parranda´ era ´juerga, salida, fiesta de hombres casados conforme las leyes civiles de sus países, con mujeres ajenas o que al menos no son sus consortes legales´. Ocurre que hubo presiones, sobre todo de la Iglesia católica que no quería saber nada con esa definición, al punto tal que la Real Academia transó y la cambió por las que usted trae ahora. Solamente en dos lugares se ha mantenido la idea original de lo que significa ´parranda´: en este barrio Sur de Montevideo, y en Buenos Aires, en el Barrio de Agronomía. Tanto aquí como allá, los que salimos de parranda debemos ser casados y la salida debe involucrar mujeres que no sean nuestras esposas” terminó el morocho.
Casi me atraganto: nuestro contertulio Barros Matos anunció en el blog que saldría de parranda!. Pero la sorpresa fue mucho mayor. Un veterano, de bigotes gruesos y mirada achinada, se despachó: “Cuando viajaba a Buenos Aires, salía de parranda con un amigo de allá, del Barrio de Agronomía… conocía unas ´minas´(x)bárbaras el tipo... Barrito le decíamos”.
Pagué mi café, saludé y me fui por donde entré.
Es un pañuelo el mundo.
En fin.
Funes
(x)minas: mujer en el lunfardo rioplatense.

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