Ilustración de Sandrine Mercier |
(Del lat. lucifŭgus).
1. adj. Que huye de la luz. Ave lucífuga.
Real Academia Española
Con luz adorna
su cabellera negra
la noche loca.
*
Lloró la noche;
sus ojos derramaron
gotas de fuego.
*
Llueven, se estrellan
en los negros océanos
lágrimas plata.
*
Lucífuga agua,
cielo crepuscular;
llama que baja.
*
Luz, color, orbe;
brinca la nube blanca
su sinsabor.
1 comentarios:
Imaginemos una tierra en sombras. Ciudades con calles cuyas luces no alcanzan a vencer la neblina, como en aquella viejas películas inglesas de Sherlock Holmes. Y personas desdibujadas por la bruma, transitando en silencio las calles inhóspitas. Las luces de las vidrieras son opacas, y aún acercándose hasta casi pegar la nariz al vidrio, resulta difícil definir los artículos expuestos, los precios. Por supuesto, hace frío. Un invierno cruel que castiga a quienes no tienen lo necesario, lo imprescindible, para combatirlo. Si forzamos un poco la imaginación, veremos salir de las alcantarillas ese vapor que cubría las calles de Nueva York, con hombres apretándose al lado de grandes tachos de donde salen las llamas que los aliviarán momentáneamente, les brindarán un instante de calor.
Esa tierra en sombras que imaginamos, pensemos que decidió apartarse de la luz. O a lo mejor se dejó llevar sin pensar a vivir en la oscuridad. Y si queremos, y nos atrevemos, convirtamos a esa tierra inmersa en las sombras, en seres humanos. En hermanos nuestros a quienes se le ha negado la luz. Mientras escribo esto, pienso hasta donde soy personalmente responsable por la ignorancia, la falta de acceso a la educación y la cultura, que son la luz que permite al ser humano acceder a la dignidad. Aquellos hijos y nietos que viven en la misma sombra que sus padres y abuelos, ante la indiferencia de una sociedad que lo permite sin cargo de conciencia. Saber y aceptar como algo irreversible, que los pueblos originarios habitan esa tierra en sombras. Donde la ausencia de educación, cuidado de la salud, esperanza de futuro, los condena a ser como las aves lucífugas, no porque la luz los enceguezca, si no porque la luz se les niega.
BARROS MATOS
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