Ilustración de John Collier |
a ~.
1. loc. adv. Dicho de montar, cabalgar o sentarse: Con una pierna a cada lado de la caballería, persona o cosa sobre la que se está.
Horcajo
(Del dim. de horca).
1. m. Horca de madera que se pone al pescuezo de las mulas para el trabajo.2. m. Confluencia de dos ríos o arroyos.
3. m. Punto de unión de dos montañas o cerros.
4. m. p. us. Horquilla que forma la viga del molino de aceite en el extremo en que se cuelga el peso.
Real Academia Española
Esta forma lingüística puede recordar a otra que es "a cuestas". Sin embargo, ir "a cuestas" no es exactamente lo mismo que "a horcajadas" aunque a veces pudieran confundirse.
Esta forma lingüística puede recordar a otra que es "a cuestas". Sin embargo, ir "a cuestas" no es exactamente lo mismo que "a horcajadas" aunque a veces pudieran confundirse.
Llevar a alguien a cuestas es llevarle sobre los hombros o las espaldas.
Ir a horcajadas significa ir en la postura de montar a caballo, con una pierna a cada lado del objeto sobre el que estás. En las motos se suele ir sentado a horcajadas, por ejemplo.
El sujeto de ambas expresiones puede ser distinto: El que lleva (a cuestas) y el que va (a horcajadas).
Ir a horcajadas significa ir en la postura de montar a caballo, con una pierna a cada lado del objeto sobre el que estás. En las motos se suele ir sentado a horcajadas, por ejemplo.
El sujeto de ambas expresiones puede ser distinto: El que lleva (a cuestas) y el que va (a horcajadas).
El caballo te lleva a cuestas y tú vas a horcajadas sobre él.
MI CABALLERO
Por las mañanas
Mi pequeñuelo
Me despertaba
Con un gran beso.
Puesto a horcajadas
Sobre mi pecho,
Bridas forjaba
Con mis cabellos.
Ebrio él de gozo,
De gozo yo ebrio,
Me espoleaba
Mi caballero:
¡Qué suave espuela
Sus dos pies frescos!
¡Cómo reía
Mi jinetuelo!
Y yo besaba
Sus pies pequeños,
¡Dos pies que caben
En solo un beso!
Por las mañanas
Mi pequeñuelo
Me despertaba
Con un gran beso.
Puesto a horcajadas
Sobre mi pecho,
Bridas forjaba
Con mis cabellos.
Ebrio él de gozo,
De gozo yo ebrio,
Me espoleaba
Mi caballero:
¡Qué suave espuela
Sus dos pies frescos!
¡Cómo reía
Mi jinetuelo!
Y yo besaba
Sus pies pequeños,
¡Dos pies que caben
En solo un beso!
José Martí
La Habana, Cuba, 1853 – 1895
3 comentarios:
Dan ganas de ser centauro con esa ilustracion. ¿Por que una mujer tan bella esta tan melancolica?
Sugiero que te dediques a una palabra para expresar enojo o alguna que aluda a ineficiencia.
Me inhabilitaron la cuenta y no puedo regresarla.
Fantástico trabajo siempre, Celeste. Felicidades y ¡gracias!
Excelente, sencilla, concisa y bellamente ilustrada por un hermoso poema de Martí. Gracias, un gran abrazo.
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