Ilustración de Kelly Vivanco |
1. tr. Estimular, dar prisa.
2. tr. Impulsar a alguien a ejecutar una acción.
3. tr. Inquietar, desazonar.
4. tr. p. us. Desear con vehemencia.
5. tr. ant. Cuidar con diligencia.
MORF. conjug. actual c. anunciar.
Real Academia Española
Algunos ejemplos de aplicación de la palabra:
"Whalt Whitman fue un hombre acuciado por sus continuas estrecheces económicas."
"Paisaje exterior y sentimiento interior y profundo se conjugan en versos que definen un yo poético, acuciado por ahondar en el sentido del tiempo y de la vida."
"Rilke vivió acuciado por diversos problemas de salud."
6 comentarios:
¿Qué tal, amigos? ¡Tanto tiempo! Estuve recluído en un centro de Meditación Trascendental, que me recomendó un amigo para que viva nuevas experiencias. Compartían conmigo una treintena de bajoneados que necesitaban que les levantaran el espíritu y quizá algo más. Era una vieja casona algo destartalada pero muy habitable, en las postrimerías de San Telmo, con dormitorios limpios y comida bastante buena. Lo dirigía un hindú llamado Arnel Ranhti, quien nos hablaba 6 horas diarias, en dos períodos iguales separados por 2 horas para meditar sus ideas y reflexiones, que se referían a todas las cosas que nos suceden en la vida y tal vez también después de la muerte. Interesante la cosa. Me llamó la atención que en su enrevesado castellano, primaran palabras mal pronunciadas mezcla de alemán e inglés, tratando de darle una tonada brasilera como los gurú de la radio y TV, y una mañana en que salió para las compras y las mucamas tomaban mate alegremente en la cocina, me introduje en sus aposentos privados gracias a las enseñanzas que obtuve de un amigo malandra en mi adolescencia, que juro nunca utilicé con fines delictivos. Encontré su DNI, se llamaba Horacio (el apellido lo callo para evitarle problemas familiares) natural de Charata, Pcia. De Chaco. También encontré un botiquín con el maquillaje para que la piel de cara, cuello y manos tuvieran el bronceado de los hindúes. El resto del cuerpo lo cubría con una túnica.
BARROS MATOS…..SIGUE
Desde ese momento escuché con más atención, y creí descubrir que en sus charlas y reflexiones primaban hechos reales, sucedidos posiblemente a él y personas de su relación, y admiré la forma en que dominaba y mantenía el suspenso hasta terminar su relato, a pesar de su imitación del castellano. Cuando terminó mi ciclo de 20 días, lo abracé, y le dije al oído, (no quería acuciarlo, inquietarlo) “estuviste bien, Horacio, pero estás para cosas mayores. Te dejo esta tarjeta de un amigo que necesita guionistas para sus producciones de TV, si querés velo de parte mía”. Se quedó mudo al principio, luego sonrió. Una palmadita en el hombro, tome mi bolso y me fui. Esa noche en el 4 DE COPAS conté mi experiencia, y mis amigos Vilchez, el escritor Liberto Dinastía y el linguista Mancheritti se decidieron repetir mi experiencia. Los acompañé, pero encontramos la casa vacía, sus habitaciones parecían entristecidas de abandono, y en el patio se marchitaban los canteros alrededor de los cuales el falso hindú nos hacía meditar sobre sus palabras en esas 2 horas de recreo, entre charla y charla. Cualquier día de esto nos enteramos que triunfa en la televisión, como guionista…o como gurú, quien sabe.
BARROS MATOS
A veces me planteo si no estoy acuciando a otros blogueros, para que dejen comentarios en mi blog.
¿Usé bien está palabra?
Cómo está amigo Barros !!! tanto tiempo, ya estaba creyendo que su ausencia era definitiva, y deberé confesarle que me acongojaba la idea. Aquí somos poquitos y una ausencia es un agujero difícil de reemplazar. La historia genial !! pero siempre me pasa que quiero saber si estas son realidades ficcionadas o ficciones realistas...Ud. me dirá alguna vez cuál es una historia verdadera ?? debería usar conmigo un código para anunciarme la verdad de la milanesa !!!.
Un abrazo y bienvenido
Hola Demiurgo...si, usaste bien la palabra...aunque no creo que como método te de mucho resultado !. A mi también me gustaría incentivar más a los comentaristas...porque mirá, los habitués son Barros Matos, un tal Funes que desapareció en el cosmos, Viejex que siempre, cuando lo creemos perdido, irrumpe con un comentario la más de las veces sarcástico o divertido y que se llevaba muy bien con Funes, y desde hace un tiempito vos. Somos un puñadito, casi un encuentro de amigotes de bar.
Cariños
Tengo un par de lectores, a veces me ha pasado que pidieran un nuevo posteo.
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