jueves, 4 de agosto de 2011

Bledo

Planta bledo o amaranto
(Del lat. blitum).

1. m. Planta anual de la familia de las Quenopodiáceas, de tallos rastreros, de unos tres decímetros de largo, hojas triangulares de color verde oscuro y flores rojas, muy pequeñas y en racimos axilares.

2. m. Cosa insignificante, de poco o ningún valor. Dársele, o no dársele a alguien un bledo. Importarle, o no importarle a alguien un bledo. No valer un bledo.

Real Academia Española

Gracias a Zeev que propuso esta palabra.
Cuando una cosa nos importa nada, o realmente muy poco, decimos: "Me importa un bledo.". Aunque también, en relación al mundo botánico, podríamos decir: Me importa un comino , Me importa un pimiento ( para los españoles ), Me importa un pepino, un rábano ! Ya sea por su pequeñez ( como el comino ) o por su gran abundancia ( los pimientos en España), el caso es que tradicionalmente hemos utilizado vocablos que consideramos de poco valor para formar frases que expresan la poca importancia que tiene una determinada situación. En el caso del bledo, que es la palabra que nos ocupa, vemos que es una planta rastrera y probablemente abundante, que crece cerca de fuentes de agua. Se comía hervida o se la usaba como alimento para aves. Su sabor insípido y poco distintivo, sumado al resto de los factores, ha sido probablemente lo que marcaría su poca valía. Claro que estas expresiones de caracter despreciativo no se acomodan al valor real que tienen estos alimentos; ya que de conocer los beneficios que cada uno aporta,  no nos atreveríamos nunca a emplear los nombres de estas frutas y hortalizas para expresiones de caracter despreciativo.
Uno de los principales nutrientes que tiene el bledo contiene ocho por ciento de escualógeno, una sustancia hasta ahora ubicada sólo en aletas de delfines, tiburones y ballenas y 250 miligramos de calcio, mucho más que la leche, y un contenido de hierro mayor que cualquier otra planta. Glup !
El nombre científico del bledo es amaranthus / Amaranto.


Pasando al mundo cinematográfico, ¿quién no recuerda la frase final de la película Lo que el viento se llevó (1939)?:
"Francamente, querida, me importa un bledo"
cuya versión original en inglés es: "Frankly, my dear, I don't give a damn") Esta frase fue dicha por Gable, interpretando a Rhett Butler, en lo que fueron sus últimas palabras a Scarlett O’Hara. Ocurre cerca del final de la película, cuando Scarlett le pregunta a Rhett "¿A dónde iré? ¿Qué haré?" cuando él la abandona. Él le responde la famosa frase antes de cerrar la puerta.
Se ha convertido en una de las más populares de la historia del cine.

2 comentarios:

BARROS MATOS dijo...

Sigo andando por esta ruta sin rumbo definido, llevando mis pasos a los pueblos que encuentro o que desde los lugares que, con alegría por haber estado y pesar por dejarlos, me indican. Estoy ahora en un pueblo más grande que los encontrados hasta la fecha, pero sus habitantes, como hermanos de aquellos en esa hermosa costumbre de dar sincera bienvenida a los forasteros, me hacen sentir que también aquí mi estadía será placentera. En este pueblo, la industria principal es el cuero, siempre en segundo lugar a la agricultura y ganadería. Todo tipo de elementos donde el cuero sea la materia prima, se encuentra aquí con habilísimos artesanos. Montura para caballos, cinturones, carteras, portafolios, alfombres de cuero crudo, y muchos ejemplos más. Desde hace unos 15 años, me cuentan, comenzaron a experimentar con olivas, y ya los primeros aceites vírgenes están saliendo con buena recepción. Y una alegría extra, para este y los demás pueblos de la zona: hace 8 meses un derrumbe desde la falda de la sierra interrumpió el paso del ferrocarril, que quitó a estas localidades de ese medio de transporte tan necesario, debiendo recurrir a camiones alquilados y/o propios, con el mayor gasto y pérdida de tiempo que representa. Se calculaba en 2 años las obras para poner en marcha el ferrocarril nuevamente, pero parece que en 6 a 8 meses más, los trenes volverán a morder las vías en búsqueda de pasajeros y cargas. Notarán lo extraño que resulta que no identifique la zona y los pueblos, pues resulta que me lo han pedido sus habitantes. Les encanta recibir visitantes que, como en mi caso, llegan de pura casualidad, pero no quieren ser centros de turismo, recibir contingentes que, reflexionan, arruinarán el paisaje y la forma sencilla de vida que llevan. Porque esta llanura y el rio que recorre cerca de las pueblos y que baja de la sierra, conforman un lugar idílico donde pasar una vacaciones magníficas. Pero todo cambiaría con hoteles y restaurantes por todas partes, y ante esto, de común acuerdo y resistiendo tentadoras ofertas, se han negado a vender tierras a las empresas que se cansaron de insistir. Les da un bledo la cantidad de dinero que aportaría el turismo, priorizan el medio ambiente, la serena armonía de vida, el trabajo de generaciones que los precedieron. Un brazo del río penetra cien metros en el centro del pueblo formando una olla natural, con las paredes de piedra, una profundidad de más de 2 metros, que solucionaron poniendo una tarima de cemento en descenso desde los 0,50 m. para usar en verano como pileta de natación. Estuve aquí 3 días y ya siento tener que partir, en estas, una de las mejores vacaciones de mi vida.
BARROS MATOS

Viejex dijo...

Permítame la siguiente corrección: me llamó mucho la atención el nombre de la familia de la cual usted dice que el bledo forma parte.
Me resultaba inverosímil que una familia lleve el nombre "quenopodiácea"(*) así que me fijé si el nombre realmente existía, y me encontré con que los amarantos (i.e. los bledos)pertenecen a la familia Amaranthaceae - sub-familia Amaranthoideae y que las quenopodioideas son otra sub-familia.


(*) Inverosímil porque el nombre "quenopodiácea" se aplica más a una familia como la mía, que no podía -y muchas veces no puede- hacer muchas cosas. :)

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