Ilustración de Morgan Weistling |
(Del lat. iaculatorĭus, relativo al lanzamiento).
1. adj. Breve y fervoroso.
2. f. Oración breve y fervorosa.
□ V.
oración jaculatoria
Real Academia Española
Podrá parecer curioso que esta palabra tenga el origen en "lanzar, arrojar", o "pequeña flecha". Es así porque cuando se rezaban oraciones jaculatorias antiguamente, se miraba al cielo y se hacían gestos con las manos como lanzando algo invisible hacia arriba.
Las jaculatorias son oraciones breves, son pues, pequeñas
flechas de amor que se lanzan a Dios.
Iaculatorius es un cultismo que proviene del verbo iacere, tirar; es interesante notar que el verbo "eyacular" tiene ese mismo origen.
Algunos ejemplos de jaculatorias:
Crea en mí,
¡oh Dios!, un corazón puro.
Dios mío, gracias
por lo que me dais y por lo que me quitáis; hágase
vuestra voluntad.
Mi Dios, mi único
bien. Tu eres todo para mi; sea yo todo para ti.
Porque Tú eres,
oh Dios, mi fortaleza.
4 comentarios:
Hermosa entrada amiga. Las jaculatorias son como rocío para el alma.
Como los mantras orientales, nos elevan el espíritu a la fuente de amor y verdad.
Nos liberan de los pensamientos y nos dan energía de luz.
Cuando nos nacen, es porque ya estamos tan acostumbrados a sus delicias que solos vamos a ellas.
En efecto es muy curioso que "eyacular" y "jaculatorio" tengan el mismo origen. Se me ocurre que deben haber miles de chistes de dudoso gusto que se pueden hacer con ese hecho...pero hoy no tengo ganas.
Viejex, la dejó picando...
Anda de pocas palabras últimamente.
Saludos !
Me parece muy buena esta entrada. No perdamos palabras.
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