Ilustración de Gaby |
1. adj. Plácido, alegre, agradable. Momento jocundo. Conversación jocunda.
Real Academia Española
Esta palabra nos llega de la mano de Alexandra ( Montevideo, Uruguay ) que nos cuenta:
"Era adolecente y estábamos por empezar una clase en el liceo. El salón era un desastre, todo el mundo gritando a voz en cuello; entra la profesora y muy enojada grita ¡ Que este jocundo aquellarre !!!
Se hizo el silencio, pero inmediatamente largamos la carcajada, nadie sabía que significaban esas dos palabras. han pasado muchos años de esto pero no se me olvida más..."
Rastreando la etimología de esta palabra, descubro que también puede ser empeada como nombre; por ejemplo, San Jocundo fue un mártir africano del siglo III.
Jocundo es una de las variantes más comunes de Jucundo. Iucundus es la contracción de iuuicundus, que significa ‘el que da placer’, ‘el que resulta agradable’. Esta etimología es el origen también del término ‘ayuda’.
Para ejemplificar su uso:
" A perturbación ciclónica en el seno ambiental, rostro jocundo. (A mal tiempo, buena cara) " / refrán en versión culta.
2 comentarios:
Noches atrás, tuvimos una gran alegría en el 4 DE COPAS. Regresó un amigo, que se mudara hacía 5 años. Volvió a la ciudad, al barrio, a la mesa del bar, y a ejercer su profesión. Juan Dos Barrioviejo, es podólogo, pero además lee la suerte en las plantas de los pies de su clientela, y al terminar su trabajo, tipo alegre y jocundo, lo culmina con versos repentistas. La lectura de la suerte causó el enojo de su hermano mayor, Juan Uno, sacerdote, que no aprueba esa “falacia” como denomina a la habilidad adivinatoria de su hermano, quien acepta las críticas con su placidez habitual. Bien, lo recibimos con gran algarabía, que fue disminuyendo cuando nos contó algunas de sus peripecias. Juan Dos se había enamorado de una de sus clientas, Eulalia Fleitas viuda de Nuñez, cincuentona apetecible, viuda sin hijos, y se le declaró leyéndole la suerte mientras le pulía unos callitos alrededor del juanete derecho. Terminó su trabajo con la consabida cuarteta:
“Al limar cuatro callitos
de este pie tan delicado
supe de golpe y porrazo
que me había enamorado.”
Reconocimos en silencio que el poema era un poco tosco, y esto se reflejó en la mirada asesina que le dirigió nuestra poetisa Delicia Barcos del Mar. Pero Doña Eulalia, encantada con el elogio y poniendo fin a su búsqueda de dejar atrás la viudez, lo llevó al Registro Civil, a vivir en la Capital con todo esplendor, al desastre económico y al divorcio. No era la primera vez que sus enamoramientos repentinos lo llevaban a la ruina, pero siempre había sucedido sin llegar al casamiento. En fin, el hijo pródigo está de regreso, entre nosotros, recomenzando su vida tal como era. El Contador jubilado y visionario en actividad Eliseo Maronini, conociéndolo, intentó prevenirlo. Le puso una mano en la cabeza, clavó su vista en el espacio atravesando las paredes hasta llegar al vergel que le proveía sus visiones, y a los pocos minutos aconsejó a Juan Dos que se cuide de un pie con una verruga en la parte externa de la planta, explicando que la dueña del pie de marras, conociendo el espíritu romántico de Juan Dos, venía con intenciones amorosas, por lo que decidimos aconsejar a nuestro amigo que, cuando llegue una verruga a su camilla, la derive inmediatamente a un colega. Esperamos que razone bien, aunque, moviendo negativamente la cabeza, el farmacéutico y filósofo Moisés Schuartz nos recordó que, caprichoso y enamoradizo, alegre hasta en las malas, Juan Dos donde ve una pileta, se tira de cabeza.
BARROS MATOS
Jajaja!!! genial la entrada y el comentario-cuento de Barros Matos. No se con cual reí más.
Mi viejo suele parafrasear refranes y dichos populares en versión dudosamente culta, tal parece que es una costumbre de otros tiempos. (ojo, la de Alexandra es decididamente muy culta)
Recuerdo haberle oído varias veces los siguientes:
"Hacerse el porcino con el pie defectuoso"
"Introducir el pie"
"A otro can con aquel despojo óseo"
"¿A tu progenitor simio vienes con ese plátano inmaduro?"
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