viernes, 27 de mayo de 2011

Terebrante

Ilustración de Sam Webe
(Del lat. terebrans, -antis, part. act. de terebrāre, taladrar).

1. adj. Med. Dicho del dolor: Que produce sensación semejante a la que resultaría de taladrar la parte dolorida.

Real Academia Española

Jardín de senda sola

He llegado al final del laberinto
de Ariadna he recibido la madeja
el jardín de senderos bifurcados
es ya una sola senda.
Yo que fui aquí aborrecedor de espejos
en la nada los mismos me reflejan.
Yo, que anatemicé porque los mismos
repetían los hombres, sus esencias,
me siento repetido al infinito
Y en uno más pequeño se contempla
Jorge Luis Borges llevado por su madre
soy mi propio hijo mandándome a la escuela.
Una luz terebrante hiere mi alma
rompe mi tibia aureola de ceguera.
Oh Tú! A quién negué hasta la herejía
devuélveme el reposo en negra niebla!
Es inútil, me agreden los colores,
mi bastón blanco rueda en la tiniebla.

Stella Berduc
(a Jorge Luis Borges)

domingo, 22 de mayo de 2011

Zaragutear / Zarabutear

Ilustración de Pablo Bernasconi
(De zarabutear).

1. tr. coloq. Embrollar, enredar, hacer cosas con impericia y atropellamiento.

2. intr. El Salv. hurgar (‖ revolver en el interior de algo).

Real Academia Española

sábado, 21 de mayo de 2011

Abjurar

Ilustración de Andrey Renmev
(Del lat. abiurāre).

1. tr. Retractarse, renegar, a veces públicamente, de una creencia o compromiso que antes se ha profesado o asumido. U. t. c. intr. Abjurar de su religión.

Real Academia Española

El texto de la abjuración de Galileo es conmovedor, se ve en él a un hombre que se niega a sí mismo. Sorprende más porque Galileo tenía una fuerte personalidad. Fue la tortura de la Iglesia lo que le hizo dar su brazo a torcer, ante el dolor se pierde la razón. Encontré en la vieja biblioteca este texto, la abjuración de Galileo (Jean Pierre Dubarri):
inqiescudo
Yo, Galileo,
hijo del difunto Vicenzo Galileo,
florentino, de setenta años de edad,
personalmente presente ante este Tribunal,
de rodillas ante ustedes, Eminentísimos y Reverendísimos Cardenales, Inquisidores Generales en toda la República cristiana
contra la perversidad hereje.
Teniendo ante mis ojos los sacrosantos Evangelios
que toco con mis manos,
Juro que he creído siempre, que creo ahora
y que con la ayuda de Dios seguiré creyendo en el futuro
todo lo que la Santa Iglesia católica y apostólica tiene por verdadero, predica y enseña.
En vista de que este Santo Oficio me había ordenado jurídicamente abandonar la falsa teoría según la cual el Sol
es el centro del mundo e inamovible,
mientras que la Tierra no es el centro del mundo
y se mueve;
En vista de que no podía mantener, defender ni enseñar de ninguna manera,
oral o por escrito, la susodicha falsa doctrina,
después de que me ha sido notificada como contraria
a la Santa Escritura.
En vista, por otra parte, de que he escrito y dado
a imprimir un libro en el que trato de la misma doctrina ya condenada, aportando razones muy eficaces en su favor (…).
He sido juzgado como claramente sospechoso de herejía.
de haber sostenido y creído que el Sol es el centro del mundo e inmóvil, que la Tierra no es el centro del mundo y se mueve.
En consecuencia,
queriendo eliminar de la mente de vuestras Eminencias
y de todos los fieles cristianos
esta vehemente sospecha
justamente concebida contra mí,
vengo con corazón sincero
y fe no ficticia
a abjurar, maldecir y detestar
los susodichos errores y herejías y, en general, todo error, herejía y secta contraria a la santa Iglesia. Y juro que en el futuro
no diré ni afirmaré nunca jamás, ni verbalmente ni por escrito, cosas que puedan hacerme sospechoso.
Si conozco algún hereje o sospechoso de herejía,
le denunciaré al Santo Oficio o al Inquisidor del lugar
donde me encuentre ( … ).
Yo, Galileo, que suscribo,
he abjurado, jurado, prometido
y me he comprometido a lo que precede.
En fe de los cual, de mi puño y letra he firmado la presente declaración
de mi abjuración y la he leído en voz alta, palabra por palabra,
en Roma, en el convento de la Minerva,
el 22 de junio de 1633.
Yo, Galileo,
he abjurado, como anteriormente consta, y firmado de mi puño y letra.
Fuente: El averno

viernes, 20 de mayo de 2011

Émulo

Ilustración de Aka Lousie
(Del lat. aemŭlus).

1. adj. Competidor de alguien o de algo, que procura excederlo o aventajarlo. U. m. c. s. U. m. en sent. favorable.

Real Academia Española

Sin embargo, esta palabra, al igual que el verbo correspondiente "emular", se lo usa no sólo con un sentido de "rivalidad" sino más bien de "semejanza", el deseo y la intención de "parecerse a...": un imitador.

Góngora exagera el tamaño del ojo que según la mitología tenían los cíclopes en medio de la frente, y dice que era casi tan grande como el Sol (el mayor lucero):
“un ojo ilustra el orbe de su frente,
émulo casi del mayor lucero”

jueves, 19 de mayo de 2011

Zapatiesta

Ilustración de Horacio Gatto
1. f. coloq. Alboroto, jaleo, riña.

Real Academia Española

miércoles, 18 de mayo de 2011

Fandango

Ilustración de David Galchutt
(De or. inc.).

1. m. Antiguo baile español, muy común todavía en Andalucía, cantado con acompañamiento de guitarra, castañuelas y hasta de platillos y violín, a tres tiempos y con movimiento vivo y apasionado.

2. m. Tañido y coplas con que se acompaña.
3. m. coloq. Bullicio, trapatiesta.
4. m. coloq. eufem. El Salv. trasero (‖ nalgas).

Real Academia Española


Primavera

El viento baila fandangos
por las calles de la aldea
para ayudar a los chicos
a jugar con las cometas.

La fuente los ve pasar
con sus ojos de agua fresca,
su surtidor argentado
su piel ondulante y tierna.

Las flores en los jardines
van alzando sus cabezas
para anunciar a las aves
que llegó la primavera.

En un rincón de la plaza
las palmas se desperezan
y empiezan a abanicarse
con sus hojas entreabiertas.

En el parque las muchachas
estrenan trajes de seda,
y compiten con las aves
por la miel de las abejas,
antes de que el sol se canse
y se marche de la fiesta
llevándose en su carroza
las flores de primavera.

Amparo Jaramillo-Restrepo

martes, 17 de mayo de 2011

Céfiro

Ilustración de Amélie Thiébaud
(Del lat. zephy̆rus, y este del gr. ζέφυρος).

1. m. poniente (‖ viento).
2. m. poét. Viento suave y apacible.
3. m. Tela de algodón casi transparente y de colores variados.

Real Academia Española

Sale el mayo hermoso
con los frescos vientos
que le ha dado marzo
de céfiros bellos.
Las lluvias de abril
flores le trujeron:
púsose guirnaldas
en rojos cabellos.
Los que eran amantes
amaron de nuevo
y los que no amaban
a buscarlo fueron.
Y luego que vieron
mañanas de mayo,
cantan los ruiseñores,
retumba el campo. 

Canción de mayo / Lope de Vega
Fragmento

Apeles / Pintor griego
"Por los céfiros lascivos empujada / veríais la diosa que del mar salía / exprimiendo cabellera remojada / mientras otra mano el pecho la cubría"  Poliziano

domingo, 15 de mayo de 2011

Buraco

1. m. vulg. agujero (‖ abertura).

Real Academia Española

No era sencillo encontrar una ilustración infantil de un "buraco", y que tuviera cierta belleza, además. Entonces, curiosamente, cuando inicié la búsqueda de una imagen adecuada, internet me trajo cantidades de fotos de "agujeros negros" del espacio. Y las páginas eran mayormente en portugués, por lo que deduje que la palabra buraco sería usada usualmente en Brasil y / o Portugal para designar un agujero, pues ellos lo llaman "buraco negro". Sea como fuere, siempre me atrajeron mucho esos fenómenos cósmicos y me pareció, dentro de las opciones, sumamente inspirador citarlos en esta ocasión.

En términos muy sencillos y simplificados, un agujero u hoyo negro es una región del espacio-tiempo provocada por una gran concentración de masa en su interior, tanto así que ningún objeto puede escapar a su atracción gravitacional.Un agujero negro clásico es un objeto con un campo gravitatorio tan fuerte que la velocidad de escape supera la velocidad de la luz (299.792.458 m / s, equivalente a 1,079,252,848.8 km / h). Ni siquiera la luz puede escapar de su interior, de ahí el término "negro" (color aparente de un objeto que no emite ni refleja luz, por lo que es invisible, de hecho). El término "agujero negro" para describir este fenómeno ha sido acuñado por primera vez en 1968 por el físico y científico estadounidense John Archibald Wheeler, en un trabajo de investigación histórico llamado lo conocido y lo desconocido, publicado en el American Scholar . El término "agujero" no tiene el sentido usual, sino que refleja la propiedad de que los eventos que allí ocurren no son vistos por observadores externos.
Se cree que en el centro de la mayoría de las galaxias, entre ellas la Vía Láctea, hay agujeros negros supermasivos. La existencia de agujeros negros está apoyada en observaciones astronómicas, en especial a través de la emisión de rayos X por estrellas binarias y galaxias activas.

Y cómo se originan ? Dicho proceso comienza posteriormente a la muerte de una gigante roja (estrella de gran masa), llámese muerte a la extinción total de su energía. Tras varios miles de millones de años de vida, la fuerza gravitatoria de dicha estrella comienza a ejercer fuerza sobre si misma originando una masa concentrada en un pequeño volumen, convirtiéndose de ese modo en una enana blanca. En este punto dicho proceso puede proseguir hasta el colapso de dicho astro por la auto atracción gravitatoria que termina por convertir a esta enana blanca en un agujero negro. Este proceso acaba por reunir una fuerza de atracción tan fuerte que atrapa hasta la luz en éste.

Cosmos inimaginablemente maravilloso !

lunes, 9 de mayo de 2011

Fanfarria / Fanfarrón

Ilustración de Igor Rimashevski
(De fanfarrear).

1. f. Conjunto musical ruidoso, principalmente a base de instrumentos de metal.
2. f. Música interpretada por esos instrumentos.
3. f. coloq. Baladronada, bravata, jactancia.
4. m. Ar. Persona que se precia y hace alarde de valentía o de otros valores.

fanfarrear

(De la onomat. fanfarr).

1. intr. fanfarronear.

fanfarronear

1. intr. Hablar con arrogancia echando fanfarronadas.

fanfarrón, na.
(Quizá del ár. hisp. *farfál o *farfár, y este der. del ár. clás. farfara, romper, desgarrar).

1. adj. Que se precia y hace alarde de lo que no es, y en particular de valiente. U. t. c. s.
2. adj. Dicho de una cosa: Que tiene mucha apariencia y hojarasca.

Real Academia Española

viernes, 6 de mayo de 2011

Imbuir

Ilustración de Dunjic Vladimir
(Del lat. imbuĕre).

1. tr. Infundir, persuadir.

MORF. conjug. c. construir.

Real Academia Española

Imbuida de versos centroamericanos, versos que siempre se acompañan de olores, colores, verdes pastizales y aguas serpenteantes, pienso en las galaxias y las distancias que nos separan.


Ileana: la Galaxia de Andrómeda,
a 700.000 años luz,
que se puede mirar a simple vista en una noche clara,
está más cerca que tú.
Otros ojos solitarios estarán mirándome desde Andrómeda,
en la noche de ellos. Yo a ti no te veo.
Ileana: la distancia es tiempo, y el tiempo vuela.
A 200 millones de millas por hora el universo
se está expandiendo hacia la Nada.
Y tú estás lejos de mí como a millones de años.
  •  
En Pascua resucitan las cigarras
-enterradas 1 7 años en estado de larva-
millones y millones de cigarras
que cantan y cantan todo el día
y en la noche todavía están cantando.
Sólo los machos cantan:
las hembras son mudas.
Pero no cantan para las hembras:
porque también son sordas.
Todo el bosque resuena con el canto
y sólo ellas en todo el bosque no los oyen.
¿Para quién cantan los machos?
¿Y por qué cantan tanto? ¿Y qué cantan?
Cantan como trapenses en el coro
delante de sus Salterios y sus Antifonarios
cantando el Invitatorio de la Resurrección.
Al fin de mes el canto se hace triste,
y uno a uno van callando los cantores,
y después sólo se oyen unos cuantos,
y después ni uno. Cantaron la resurrección.

Nacido en Granada, Nicacaragua, 1925

domingo, 1 de mayo de 2011

Idilio

(Del lat. idyllĭum, y este del gr. εἰδύλλιον, poema breve).

1. m. Coloquio amoroso, y, por ext., relaciones entre enamorados.

2. m. Composición poética que suele caracterizarse por lo tierno y delicado, y tener como asuntos las cosas del campo y los afectos amorosos de los pastores.

Real Academia Española

Ilustración de Heather Barron
El idilio es un subgénero literario de la poesía lírica griega del Helenismo, el más característico de la bucólica, creado por el poeta siciliano Teócrito y seguido después por Mosco y Bión de Esmirna, de tema amoroso, dialogado entre pastores y desarrollado en una naturaleza agradable o paradisiaca, que su creador identifica con el paisaje de la Arcadia. Su equivalente en la literatura latina o romana posterior es la égloga.

Dedico esta palabra a Julieta, con quien cantamos "Sombras" a dúo.

Cuando tú te hayas ido
me envolverán las sombras,
cuando tú te hayas ido,
con mi dolor a solas.

Evocaré el idilio
de las azules horas.
Cuando tú te hayas ido
me envolverán las sombras.

Y en la penumbra vaga
de la pequeña alcoba
donde una tibia tarde
me acariciabas toda
te buscarán mis manos
te buscará mi boca
y aspiraré en el aire
aquél olor a rosas.
Cuando tú te hayas ido
me envolverán las sombras.

Canción Sombras / Pedro Guerra

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